El empresario extremeño está dispuesto a traspasar el club a Gálvez Brothers, al creerse legítimo propietario de la entidad
La disputa sobre la titularidad del Real Murcia sigue abierta. Las posiciones de Raúl Moro y Mauricio García de la Vega, lejos de aproximarse, se han enconado. Moro entiende que la venta del club a De la Vega no se ha cerrado, en tanto en cuanto el empresario mexicano no ha abonado el millón de euros (o en su defecto, diferencia de pasivo) que le correspondía, de acuerdo al contrato firmado por las dos partes. El mexicano se aferra a la cláusula a su favor que tenía dicho contrato para convertirlo en propietario del Murcia.
Raúl Moro, sintiéndose libre para transferir el club a otro comprador, ha avanzado extraordinariamente durante los últimos días en la negociación con Gálvez Brothers, empresa radicada en Orihuela y dedicada a los negocios inmobiliarios y asesoramiento financiero. Además, el empresario extremeño ha detectado ilegalidades en la forma de proceder de Mauricio García de la Vega, y estudia una demanda por estafa contra el mexicano.
El Consejo de Administración está fracturado. Gabriel Torregrosa y Juan Merino se han alineado con De la Vega, considerándolo máximo accionista del club. Los otros tres consejeros, Raúl Moro, Deseado Flores y Miguel Martínez, han sugerido que un bufete de abogados independiente emita previamente un informe vinculante que determine si realmente De la Vega es propietario de la entidad, ante la exigencia planteada por Torregrosa de que se proceda ya a la inscripción en el Libro de Socios, como paso que convalide plenamente la operación.