Ayer fue el entierro del niño de 9 años que falleció asfixiado en un accidente doméstico en Caravaca de la Cruz
ENRIQUE SOLER. Caravaca
Cientos de personas despedían ayer al pequeño Miguel, el niño que perdió la vida el pasado viernes tras sufrir un accidente doméstico en su casa en Caravaca.
La capilla del tanatorio se quedaba pequeña para dar el último adiós Miguel Pérez, que con tan solo 9 años de edad perdía la vida tras asfixiarse con una cortina de plástico que había en la cocina de su casa.
Desde el Consistorio también han mostrado las condolencias, "las banderas del Ayuntamiento hondean a media hasta con crespones negros y se guardan dos minutos de silencio en todos los actos oficiales", informa Enrique Fuentes, edil del ayuntamiento de Caravaca.
A mediodía, el niño recibía sepultura en el cementerio municipal.