Exigía el pago de una indemnización por accidente y aseguraba sentirse estafado por su abogada. La mediación del Cónsul de Rumanía ha sido determinante para que finalmente desistiera y bajara.
SONIA ILLÁN. Murcia
Un ciudadano de nacionalidad rumana ha mantenido en vilo a los cuerpos de seguridad tras encaramarse a la fachada de la Catedral en la Plaza del Cardenal Belluga. Aseguraba que había sido estafado por su abogada y reclamaba 3.000 euros de una indemnización por un accidente de tráfico ocurrido en Castellón. La mediación del Cónsul de Rumanía ha sido vital para que finalmente decidiera bajar.
El hombre de nacionalidad rumana y de unos 35 años accedía sobre las nueve de la mañana a la fachada principal de la Catedral. Inmediatamente se acordonaba la zona y se cerraba al público la plaza de Belluga. Se montaba un dispositivo especial compuesto por bomberos, un negociador de la Policía Nacional, un psicólogo de Protección Civil y ambulancia. Los primeros contactos no daban resultado. Desde lejos se veía como se mantenía en el borde de la fachada moviendo los brazos de forma agitada y sin parar de fumar. Incluso se trasladaba hasta allí la abogada que llevaba su caso y que según él lo había estafado. Cuando eran las once en punto se acercaba hasta la plaza el Cónsul de Rumanía, José David Pérez, quien a gritos conseguía que depusiera su actitud. Al parecer padece algún tipo de enfermedad mental que no estaba siendo tratada. Precisamente tras abandonar la Catedral ha sido trasladado por una UME para que recibiera atención médica.
En el lugar se han concentrado muchos curiosos pero también responsables del ayuntamiento de Murcia, como la concejala de Seguridad Lola Sánchez , el director general de Emergencias, José Manuel Carrasco y el Obispo de la Diócesis de Cartagena, José Manuel Lorca Planes. Este último aseguraba que la Catedral estaba completamente cerrada a esas horas y todo apunta a que escaló por la fachada con la ayuda de una cuerda.
