Se trata de un pequeño aparato de gimnasia. El detenido declarará mañana ante el juez. Escucha las declaraciones del delegado del Gobierno, Francisco Bernabé, sobre las novedades de este crimen
REDACCIÓN | AGENCIAS
Agentes de la Guardia Civil hallaron varios objetos en la vivienda de Las Torres de Cotillas donde aparecieron muertos una mujer y su hijo en la mañana de ayer y que pudieran ser los empleados para asesinarlos a golpes.
Entre esos objetos estaría un pequeño aparato gimnástico con barra de metal y pesas, si bien oficialmente no se ha apuntado todavía a que ese hubiera sido el arma del doble crimen.
Mientras tanto, el joven de 27 años detenido como principal sospechoso de la muerte de su hermano y de su madre, y que denunció el hallazgo de los cadáveres en la vivienda familiar, pasará mañana a disposición del juzgado de guardia de Molina de Segura, según ha informado la Guardia Civil.
Agentes de los Grupos Científico y de Homicidios de la Guardia Civil continúan hoy las investigaciones sobre el caso, a la espera de los resultados del laboratorio de las numerosas pruebas obtenidas en el domicilio donde fueron hallados los cuerpos sin vida de la madre y del hijo menor de la familia.
Se esperan también conocer los detalles de la autopsia a los cadáveres de las víctimas, que presentaban signos de haber recibido un fuerte golpe con un objeto pesado, y que, según medios de comunicación locales, podría haber sido una mancuerna de las que se utilizan en los gimnasios o una barra de hierro.
El detenido, identificado como I.G.P. y de 27 años, fue quien dio la voz de alarma tras encontrar presuntamente los cadáveres de su hermano de 26 años y de su madre de 56 años, y ha prestado declaración durante toda la tarde en el cuartel de la Guardia Civil en Las Torres de Cotillas, en cuyos calabozos permanecerá detenido como principal sospechoso.
No obstante, la Guardia Civil continúa llevando a cabo pruebas de laboratorio y la investigación continúa abierta.
El hallazgo de los cuerpos se ha producido alrededor de las 6,50 horas por este hombre, que se dirigió muy alterado a una panadería cercana para comunicar el doble crimen.
Según el testimonio de la panadera, el hombre estaba muy nervioso y gritaba "¡mis padres, mis padres, la policía!", apenas se le entendía al hablar y llevaba las manos manchadas de sangre. La Guardia Civil ha informado, por su parte, de que el chico se desplazó también al cuartel de la población para comunicar el hallazgo de los cuerpos sin vida de su madre y su hermano menor.
