Un hombre de origen rumano ha vuelto a encaramarse a la Catedral de Murcia donde ha permanecido cuatro horas hasta que le han convencido para que depusiera su actitud, según explica Piedad Párraga, portavoz de la Policía
REDACCIÓN
Seis meses después, el mismo hombre de origen rumano se ha vuelto a subir a la Catedral de Murcia para reivindicar que le den la residencia, entre otras peticiones. Ocurría a las ocho de la mañana y, cuatro horas más tarde, gracias a la labor de dos mediadores de la Policía Nacional, la historia terminabna con final feliz
En noviembre de 2017 el mismo hombre se encaramó a la fachada de la catedral de Murcia, a una altura de unos cincuenta metros. El 091 recibía la llamada a las ocho de la mañana de este lunes. Las exigencias eran de tipo económico y documental. El hombre reclamaba la residencia en España y quería ver al cónsul de Rumanía y a su abogada.
Dos inspectores jefes de la Policía Nacional adscritos al grupo de negociadores se hacían cargo del caso y empezaban a hablar con el hombre, primero desde la propia plaza y, más tarde, encaramados, junto a los bomberos, a la cesta del coche escala. Se ha conseguido que bajase y ha sido trasladado después a dependencias hospitalarias.
Murcia cuenta con un equipo de dos inspectores jefe que están especializados en negociación tanto en este tipo de situaciones, como en otras que también suponen riesgos evidentes.
