El futbolista del Real Murcia tiene en su contrato una cláusula de salida de un millón de euros
GREGORIO LEÓN
Dani Aquino fue la gran apuesta del Real Murcia este pasado verano. El club pagó 30.000 euros al Racing de Santander para poder liberar al jugador, y le ofreció un contrato de 140.000, al que no podía llegar el club cántabro, que contaba con él. Una apuesta que ha salido bien, como explican elocuentemente los datos: ha firmado ocho goles (dos de importancia capital este pasado sábado, en Melilla, que lo colocan a uno solo del Pichichi de la categoría, Yacine) y es el futbolista diferencial de un equipo, una luminaria que alumbra el juego del Real Murcia.
Sus goles y su contribución han suscitado las apetecencias de otros clubes. Es cierto que su nombre ha aparecido asociado a Granada y Almería, pero es el Extremadura el que está dispuesto a ofrecerle un contrato para llevarlo al fútbol profesional. Sin embargo, el Murcia tiene preparada la respuesta ante cualquier tentativa: NO. Aquino no se vende. Aquino no se va. Y si alguien quiere sacarlo del club grana, hay una cifra redonda en su contrato: un millón de euros, disuasor ante posibles compradores, ante moscones. Así aparece en una de las cláusulas incorporadas al contrato del futbolista cuando Víctor Gálvez lo firmó. El entonces presidente murcianista incluso quería elevar la cantidad de esa cláusula liberatoria, pero Dani Aquino y su agente se negaron. En el contrato que suscribió con el Real Murcia, la entidad murcianista hubo de renunciar a derechos y aceptar cláusulas favorables al delantero, que aprovechó su posición de ventaja para conseguir privilegios, como percibir en el momento de la firma con su nuevo club 40.000 euros netos.