El equipo económico del club se esfuerza por reducir la deuda privada, cifrada en 13 millones de euros.
GREGORIO LEÓN
Francisco Tornel, máximo accionista del club, tiene un porcentaje en la cabeza: 90 por 100. Atacar la deuda privada que ahoga al Real Murcia es una de las exigencias insoslayables para el actual equipo ejecutivo grana. El área financiera de la entidad ya ha celebrado reuniones y concertado acuerdos con acreedores privados, ofreciéndoles una quita del 90 por 100, e incluso de un porcentaje mayor en algunos casos. El club trabaja contra el reloj, con la fecha límite del 31 de diciembre, momento en el que vence el reconvenio que sacó adelante Guillermo Martínez-Abarca. A partir de ese momento, cualquier acreedor podrá pedir la liquidación de la sociedad.
El equipo económico del Real Murcia tampoco olvida la deuda con Hacienda, y por eso espera destinar un 50 por 100 a la cantidad que ingrese el club por el traspaso de Kike García al Middlesbrough. El club inglés ya ha sido condenado a pagar al Murcia 1'2 millones de euros. El club murcianista quiere dar a la Agencia Tributaria inequívocas muestras de voluntad pagadora.