El expresidente del Real Murcia se defiende de las acusaciones, que lo ponen en el ojo del huracán por la renuncia del club a derechos económicos futuros por posible traspaso del jugador del Villarreal Trigueros.
GREGORIO LEÓN
Víctor Gálvez ha permanecido recluido en su silencio desde que abandonó el cargo de presidente del Real Murcia. Pero este martes se explicó en Onda Regional, aguijoneado por las informaciones que lo ponen en la diana de las críticas. Según datos publicados en La Verdad por el periodista José Otón, Gálvez renunció a la posibilidad de ingresar hasta seis millones de euros por Trigueros a cambio de 150.000 euros. El expresidente grana no ha desmentido en ningún momento la información, pero sí ha matizado que él no se quedó con esa cifra económica. 144.000 euros fueron destinados a levantar embargos que diferentes acreedores habían practicado contra el club. Según averigüaciones hechas por Onda Regional, el acuerdo fue firmado por Fernando Roig y Víctor Gálvez, y reducía el porcentaje a percibir por el Murcia por un futuro traspaso de Trigueros del 15 al 1'5 por 100. Fuentes especializadas en Derecho sugieren que esta práctica podría quedar subsumida en el tipo penal de administración desleal, con penas que pueden ir de los seis meses a los tres años.
La responsabilidad jurídica de este asunto no se extiende a Futbol Puro Consulting, empresa cuyo apoderado es Toni Hernández. Según el reglamento general de la Liga Nacional de Fútbol Profesional, las cantidades devengadas por traspasos de jugadores, solo pueden ser ingresado por clubes deportivos, no por personas físicas o empresas privadas que no tengan la naturaleza de entidad deportiva.
Víctor Gálvez reveló que mantiene contactos con el máximo accionista del club, Francisco Tornel, al que le ha expresado sus quejas por la filtración de informaciones que van en su descrédito. Defiende su gestión ("el club me debe 385.000 euros") y saca pecho de la ampliación de capital y de determinadas decisiones deportivas: "Josema se quedó en el Murcia en contra de la opinión de Herrero, y esas cláusulas de las que se habla ahora, de cuatro, ocho y doce millones de euros por traspaso, las puso mi hijo en el contrato".
El exdirigente murcianista arremetió de nuevo contra Mauricio García de la Vega: "Es un muerto de hambre. No tiene un duro. Y lo vuelvo a llamar mariachi. Que me demande".