El equipo albinegro quiebra su secuencia de tres victorias consecutivas, y cae en Ipurúa. De Blasis anotó el único tanto cartagenero, que se vio superado por el Eibar en el primer periodo.
GREGORIO LEÓN
Una mala primera parte condenó al Cartagena, que regaló 45 minutos en Ipurúa. Eso es demasiado. Concederle dos goles al Eibar en su campo es un pésimo negocio. Las cosas pintaban de color hormiga. Aun así, el equipo albinegro se afanó en busca del empate tras el descanso, pero no alcanzó premio.
El Eibar no quiso imitar al Sporting, que se llevó el lunes un buen sopapo del Cartagena. El equipo de Garitano hostigó desde el primer instante a los albinegros, y a los cinco minutos, Javi Muñoz ya había hecho 1-0, que amplió poco después Leschuk. El argentino ya había avisado, con un remate a la madera. Corpas lo imitó, en pleno vendaval. Marc Martínez sacó de manera inverosímil un balón que se iba dentro. El Eibar, dando amplitud al campo, ganando todos los duelos, teniendo opción de segunda jugada, estaba reduciendo a la nada al Cartagena. Y Luis Carrión no esperó al descanso para mover ficha. Le dio pista a Boateng y a Okazaki, para hormigonar y articular mejor el equipo. La expulsión de Toño García por agresión a Gallar abrió una nuevo panorama para los visitantes.
Con uno más y las variantes introducidas por Carrión, el Cartagena fue otro en la segunda mitad. Y el gol de cabeza conseguido por De Blasis le abrió un mundo de posibilidades. Tenía por delante tiempo suficiente para todo. Y más cuando Ortuño, jugador insólitamente rentable, apareció en escena. El empate pudo llegar. Rubén Castro tocó un balón prolongado por el yeclano. Pero el árbitro entendió que lo había hecho empujando a un defensa del Eibar, y no concedió el gol. Una jugada polémica que pudo otorgarle el 2-2 al Cartagena.
La derrota rompe una secuencia de tres triunfos seguidos, pero el equipo blaquinegro permanece en zona de 'play off' de ascenso a Primera.