El mexicano y dirigentes del Murcia preparan una reunión para acercar posiciones. Entrevistamos a su abogado, José María Caballero.
GREGORIO LEÓN
Mauricio García de la Vega cree que ha llegado su momento. Con el Murcia ya fuera la Primera RFEF (salvo insólito milagro en la última jornada), el mexicano se dispone a tomar el control de la entidad grana, y asegura tener la suficiente fuerza financiera para acometer la tarea. Ha celebrado reuniones con empresarios de la Región, y alguno del exterior, que le habrían prestado su apoyo. G. De la Vega ha elaborado un informe detallado sobre los puntos medulares de su plan, entre los que destaca una fórmula legal con la que sortear un problema que surge por culpa de una sentencia que le ha dado la razón: la de la Audiencia Provincial. Al quedar sin efecto la ampliación de capital de la que salió Tornel como primera figura del club, los accionistas que participaron en dicha ampliación se convierten en acreedores del Murcia, que debería devolver 1'3 millones de euros. En total, 26.300 acreedores.
El mexicano ya ha diseñado su cuerpo técnico, en cuyo vértice aparece Sergio Egea. Debajo figurará otra persona, también designada ya, y que tendría la encomienda de reconfigurar las bases del Real Murcia, para darles mayor fortaleza. La explotación comercial del estadio Enrique Roca es otro de los puntos sólidos de su proyecto. Mauricio García de la Vega quiere imitar el ejemplo de otros estadios a los que no solo se les da un uso deportivo, abriendo el abanico para otras formas de espectáculo y entretenimiento.
Pero para desplegar este proyecto, Mauricio García de la Vega necesita todo el poder. "No vale un 5 %, debe disponer del 84 %, porque él es el legítimo propietario y dueño del Real Murcia", aseguran a Onda Regional fuentes de su entorno. Y a tal efecto, se prepara una reunión entre las dos partes, a fin de buscar puntos de convergencia. El Consejo de Administración lo tiene claro: acepta al mexicano, pero con dinero, no solo con ideas. Desde el Real Murcia tal contacto no ha sido ni confirmado ni desmentido.
El mexicano pide el archivo de la querella
Mauricio García de la Vega no era el dueño todopoderoso del Real Murcia durante los tres meses que trabajó para el club. No tenía facultades de administrador. Esa es la línea fuerte del alegato de defensa formulado por el mexicano, en respuesta a la petición de medidas cautelares por el Consejo de Administración, que presentó una querella criminal por supuesta administración desleal y apropiación indebida. En el escrito redactado por sus abogados, al que ha accedido Onda Regional, García de la Vega recuerda que el 12 de marzo de 2018 se le prohibió la entrada al club, algo que acreditaría que él no tenía facultades plenipotenciarias.
García de la Vega defiende expresamente a Pedro Gómez Carmona, señalando que bajó el costo de la plantilla (en un 26 %, en dato que extrae de una información periodística), y deriva toda responsabilidad en Deseado Flores, en ese momento consejero delegado. El empresario recuerda que el despido de Gómez Carmona fue posterior a su gestión en el club, y atribuye las consecuencias económicas y jurídicas posteriores a tal decisión, no imputable a él. El escrito de alegaciones entiende que la querella presentada por el Consejo es una "huida hacia adelante", y que tiene por objeto descapitalizarle, para impedir que pueda pedir la ejecución provisional de la sentencia dictada por la Audiencia Provincial.