Agustín Ramos quiere ser campeón

GREGORIO LEÓN

La producción del Real Murcia en los últimos cinco partidos, con cuatro victorias, ha tenido efectos analgésicos para la afición. Se ha silenciado el ruido tan perturbador que había sobre la necesidad o no de proceder al cambio de entrenador. Manolo Molina se ha expresado con claridad cada vez que ha sido llamado a consultas en los despachos enmoquetados de Nueva Condomina. Y Agustín Ramos ha aceptado su criterio. Ahora el viento es favorable. El Murcia ha progresado hasta la cuarta plaza, cuando se ha pasado el primer tramo del campeonato sin pisar apenas 'zona play off'. 

Pero el presidente de la entidad grana no se conforma con eso, y considera que el Murcia debe consagrar todos sus esfuerzos en acabar campeón de grupo. Ahora la cabeza está a cuatro puntos. El Hércules, que se ha gastado 900.000 euros, ha superado a clubes de mayor inversión presupuestaria: La Nucía e Intercity. Y Agustín Ramos considera factible que su equipo acabe en la cima de la clasificación, con los refuerzos adecuados. Por eso está apremiando a Manolo Molina para que concluya las operaciones que ha tramado. El presidente grana no se deja obnubilar por los resultados recientes, y no se deslumbró por el triunfo en Toledo, donde vio al equipo desbordado durante varias fases. El ingreso de varios futbolistas de calidad a la plantilla es un asunto innegociable para Ramos, que no dudó en ofrecer 100.000 a Dani Aquino. El futbolista espera que el Badajoz tenga pronto nuevo propietario, para ver un euro. Ahora vive en medio del volcán, pero no quiere oír ni hablar de regresar a Murcia para jugar en Segunda RFEF. Otra cosa sería en Primera. 

Los deseos de Ramos ya están enunciados. El mercado, con sus vaivenes, caprichos, negociaciones y sorpresas de última hora, determinará si Mario Simón tiene las herramientas que necesita cuando el reloj marque las cero horas del 31 de enero.