El club grana ultima una propuesta de pago a Hacienda y Seguridad Social, con una cantidad de ocho millones de euros. Planteará a la Agencia Tributaria levantar el embargo que pesa sobre Cobatillas.
GREGORIO LEÓN
Las palabras se van a transformar en hechos. Desde aquella lejana comida en el restaurante Las Villas en Campoamor hasta la de este miércoles en Murcia, Agustín Ramos y Felipe Moreno han tenido tiempo de conocerse, de comprenderse y de llegar a las mismas conclusiones: es inaplazable abordar el problema hasta ahora irresoluble de la deuda con las Administraciones Públicas. El exdueño del Leganés no quiere parches. Ramos, tampoco. Y por eso el día 14 de septiembre, a mitad de camino entre el domicilio de uno y otro, ya pactaron atacar la deuda pública, con aportaciones al 50 por 100 que no pongan en peligro el equilibrio de poderes en el que se sustenta su relación. Esta semana ya ha quedado precisada la cantidad que el Real Murcia debe poner encima de la mesa para convencer a Hacienda y Seguridad Social: ocho millones de euros, según revela a Onda Regional una fuente de la negociación.
El club trabaja a marchas forzadas para ultimar un plan de pagos, que será presentado ya la próxima semana ante los dos organismos. La envergadura de la deuda con la Agencia Tributaria (13 millones de euros), requerirá destinar un gran porcentaje de esos mencionados ocho millones a fin de llegar a un acuerdo, con el pago en metálico de dicho porcentaje y la petición de aplazamiento que podría extenderse hasta los siete años. Y dentro de la negociación global, el Real Murcia tiene previsto plantear la posibilidad de recuperar Cobatillas, embargado por Hacienda. Ya salió a subasta en 2014, por una cantidad de 2.060.149 euros. Sin éxito. Y en 2020 también quedó desierta la subasta, por un valor de 636.235 euros, con una puja única de 2.000 euros, de todo punto insuficiente para ser aceptada por la Agencia Tributaria. El Real Murcia maneja la idea de que Cobatillas vuelva a ser el campamento base del primer equipo, y que la Ciudad Deportiva tenga el fin prioritario del trabajo de la cantera.
La aportación conjunta que deben hacer Ramos y Moreno irá destinada a cerrar compromisos con las Administraciones públicas. Pero ambos quieren que el Murcia tenga cuanto antes el auto de cumplimiento de convenio, para el que faltan 100.000 euros, sin olvidar que luego en enero, además de vencimientos de pagos pactados con los acreedores privados, será necesario hacer un esfuerzo suplementario para mejorar al equipo. Y ahí vuelven a estar los dos empresarios en la misma longitud de onda: ¿por qué considerar esta temporada de transición, si el Murcia puede aspirar a la lucha legítima por el ascenso? ¿Por qué no intentar el ascenso ahora? De hecho, el club ya explora opciones para buscar una pareja de delanteros. Los amplios contactos y alianzas que tiene Felipe Moreno, forjados en los catorce años de gestión en el Leganés, ofrecerán al Murcia nuevas posibilidades de mercado.
Felipe Moreno, consejero, sí; presidente, no
Felipe Moreno no es un hombre al que le guste estar en medio de la pista de baile. Prefiere trabajar en silencio, de forma discreta y constante. En Leganés rara vez se exponía mediáticamente. Y en el Real Murcia tampoco quiere ocupar una primera línea de atención pública. No tenía calculado entrar en el Consejo de Administración de la entidad grana, pero ahora parece inclinado a aceptar un cargo de consejero. En ningún caso aspira a la presidencia, que quiere dejar en manos de Agustín Ramos. Ahí también se complementan. Y el grado de entendimiento es tal, que juntarán sus capitales en una sociedad-vehículo que agrupará las dos inversiones, de tal manera que confluyan en una misma bolsa económica. Así lo ha adelantado La7 TV.
Felipe Moreno estuvo acompañado este miércoles en la comida-reunión celebrada con Ramos por Andrés López, uno de los abogados de mayor prestigio en la Región de Murcia. Arquitecto del plan de pagos que ha dejado reducida la deuda del Cartagena a cifras extraordinariamente bajas, Felipe Moreno le ha confiado operaciones desde hace ya varios años. Le tiene una fe ilimitada, y pretende que participe activamente en esta transición que va cambiar el modelo orgánico del Real Murcia, desplazándolo del unipresidencialismo a la cogobernanza.
,
