El Consejo de Administración retoma una idea que tenía aparcada, y planteará reclamaciones judiciales contra los tres, acusándoles de causar un perjuicio económico al club
GREGORIO LEÓN
Muchos aficionados del Real Murcia llevan pidiendo que el club grana actúe contra los responsables de lesionar los derechos de la sociedad. Y desde que Francisco Tornel se convirtió en principal accionista, el Consejo de Administración ha expresado en más de una oportunidad la idea de pedir cuentas a los gestores que hayan provocado un perjuicio al Murcia. Sin embargo, aún no se ha apreciado ningún paso judicial. Pero la cúpula directiva grana no se ha olvidado de Víctor Gálvez, Mauricio García de la Vega y Raúl Moro, a los que pedirá responsabilidades, entablando contra ellos reclamaciones judiciales.
La razón de que las acciones jurídicas contra ellos se hayan postergado hasta 2020, cuando las medidas fueron anunciadas muchos meses antes, responde a las prioridades que tenía el Consejo de Administración, y que absorbían toda su energía. Los desvelos llegaban por las complejidades de la negociación con los acreedores del concurso, y todos los esfuerzos han sido concentrados en esa tarea. Una vez culminada, el Real Murcia pondrá a trabajar a Antonio Rubio (jurista y ahora secretario de la entidad grana) y al penalista Evaristo Llanos.
El Consejo de Administración no quiere que queden impunes decisiones que juzga de arbitrarias, y que han generado un perjuicio visible para la sociedad. Y pone algunos ejemplos llamativos: el contrato blindado que Mauricio García de la Vega le firmó a Pedro Gómez Carmona (que ha supuesto una condena para el club de 68.000 euros por solo mes y medio de trabajo del técnico) o el diferencial entre las cantidades que dijo poner Víctor Gálvez y las que obra en la contabilidad de la entidad.
