Un informe pericial cuestiona la organización del servicio de anestesia, cuyo responsable también será citado como investigado
REDACCIÓN. Murcia
La decisión judicial se ampara en un informe en el que se apunta a una posible mala praxis por parte del equipo de anestesia (médico y enfermera), ambos investigados por un presunto delito de homicidio por imprudencia.
Para llegar al tercer imputado, el mismo informe recoge las declaraciones de todos los miembros del servicio que, de manera directa o indirecta, tomaron parte en el acto quirúgico y que con contradictorios. No queda claro si el paciente estaba monitorizado o no, ni se precisa en que momento entró en parada caridiorespiratoria. Sí se establece que la mañana de los hechos, en febrero de 2018, había dos médicos para cuatro quirófanos -algo habitual según los comparecientes- lo que contraviene las normas básicas para la práctica de anestesia segura. Además, se añade, el paciente fue sometido a una sedación, cuando inicialmente está prevista la anestesia local, con un procedimiento de administración de fármacos que requiere la presencia del especialista que se encontraba en otro quirófano cuando la intervención se complicó.
Los datos que aporta el informe de la forense, se han extraído de la investigación que llevó a cabo la inspección del Servicio Murciano de Salud. El concierto que se mantiene con la clínica privada, estuvo suspendido, aunque finalmente se reanudó.
La juez ha diseñado un calendario de comparecencia. Ninguna de ellas se producirá antes del próximo mes de diciembre aunque los plazos de investigación no prescriben al haberse declarado causa de especial complejidad.
José Manuel González tenía 29 años cuando ingresó en el centro para ser operado de un quiste de un pié el 9 de febrero del pasado año. Esa misma mañana fue trasladado, en coma, al hospital Reina Sofía donde falleció 21 días después.
