El equipo ruso, que se enfrentará a los murcianos este viernes en las semifinales de la Champions, lleva seis victorias consecutivas en su liga. Y eliminó en la Ronda Élite al vigente campeón continental, el Sporting.
GREGORIO LEÓN
Los datos son tan elocuentos como apabullantes. El Tyumen, que cerró renqueante la anterior liga rusa, ha abierto gas en el curso actual, instalándose en la cumbre. Seis victorias seguidas. Treinta y cinco goles a favor. Solo quince en contra. Con Ivan Milovanov desatado, con su firma en siete tantos. La llegada al banquillo de Nikolay Ivanov, leyenda del equipo, cambió depresión por confianza. Y ese es el enemigo que va a tener enfrente ElPozo Murcia este viernes, en las semifinales de la Champions.
Pero el peligro no solo se escribe en cirílico. Habla portugués y se llama Léo Gugiel, ahora oficiando de portero y de jugador. El guardameta brasileño avanza a media pista, al estilo Higuita, que tantos problemas ha causado a los equipos españoles, desacostumbrados a esta variante táctica. ElPozo deberá afanarse por descifrar ese enigma si no quiere que lo lleve a la eliminación.
También tiene acento brasileño Bruno Taffy, quien vistiera la camiseta de Palma y de Inter. Cumple su segunda temporada en la escuadra siberiana. Y no ha perdido el golfato. Lo atestigan los 26 goles que anotó en el curso anterior.
El quinteto habitual del Tyumen es este: Leó Gugiel, Milovanov, Gereykhanov, Abramovic y Bruno Taffy. Su jugador bandera, Artem Antoshkin, no estará sobre la pista del Palau Blau Grana. Lleva varios meses lesionados.
El Tyumen, sin el nombre legendario de otros clubes de la Champions, comparece en la Final Four con la mejor carta de presentación: eliminar en la anterior fase al actual campeón, el Sporting de Portugal. Es un equipazo en su pico más alto de respuesta física. Solo la mejor versión de ElPozo puede parar a este rodillo que viene de Siberia.
