Las partes han llegado a un acuerdo por el que la propietaria acepta su responsabilidad y se le ha rebajado la pena de de prisión de seis años a dos
REDACCIÓN
La acusada ha reconocido que aunque el local estaba autorizado solo como café-bar con música, allí se celebraron karaokes, fiestas y otros espectáculos "como si de una discoteca se tratara" sin respetar ni el horario de cierre ni la limitación del volumen de la música.
La propietaria del bar evitará entrar en la cárcel si durante los próximos 4 años no vuelve a cometer delito alguno y cumple con el pago de las multas, que ascienden a 990 euros, y de la indemnización, fijada en 6.000 euros, de los que ya ha abonado 1.500. Así lo han aceptado tanto la fiscalía como los abogados de la acusación y la defensa. Además, queda inhabilitada para regentar estableciminetos de hostelería durante un periodo de 1 año y 6 meses, según ha confirmado el abogado de la acusación particular, Salvador Rincón.
El afectado, José Pascual Salmerón, asegura que ha vivido un infierno y se mostraba satisfecho porque este proceso haya finalizado, a pesar de que le han quedado secuelas y sigue teniendo problemas para dormir a consecuencia de lo vivido durante los últimos años. Por su parte, el abogado de la acusación dice que, con esta sentencia, queda probado que las molestias ocasionadas por los ruidos son hechos muy serios que pueden conllevar, incluso, penas de cárcel.
