Conductores y motoristas, en contra de bajar la velocidad porque creen que no mejorará la seguridad vial. Una medida que defiende el director general de Tráfico, Pere Navarro
REDACCIÓN
Asociaciones de automovilistas y motoristas se han manifestado en contra de que se baje de 100 a 90 kilómetros por hora la velocidad máxima para poder circular en las carreteras convencionales, una medida que se aplicará a turismos y motos. La normativa ha sido aprobada en el Consejo de Ministros de este viernes, aunque habrá hasta 30 días para aplicarla, según explicó el director de la DGT, Pere Navarro.
En concreto, desaparecería la actual diferenciación de limitaciones genéricas entre 90 km/h y 100 km/h existente para los turismos y las motocicletas en vías convencionales de un solo carril, estableciendo una limitación general de 90 km/h para estos vehículos, al ser estos "donde se han centrado la accidentalidad en los últimos años".
En cambio, camiones, furgonetas, autobuses (si no cuentan con cinturones de seguridad para sus pasajeros) y resto de vehículos, podrán circular a un máximo de 80 km/h en este tipo de vías.
Desde el RACE, se sostiene que la bajada de velocidades, como ya ocurrió cuando se bajó en autovías y autopistas de 120 a 110 km/h, es una solución estéril. También Automovilistas Europeos Asociados entiende que esta medida no va a provocar una reducción de accidentes en este tipo de carreteras. La causa principal de mortalidad en estas vías no es por exceso de velocidad sino por colisión frontal al realizar adelantamientos.
En la misma línea se muestra el colectivo de motoristas. La medida se irá implantando en un plazo de un mes, conforme se vayan sustituyendo las señalizaciones. Desde la Asociación 'Stop accidentes de tráfico' echan mano de la estadística de fallecidos en carreteras convencionales para apoyar la medida.
