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El Gobierno establecerá un impuesto sobre los envases de plástico de un solo uso

Quedarán prohibidos desde julio de 2021 y se gravará el consumo de cada vaso o envase de plástico a partir de 2023, según la Estrategia Española de Economía circular aprobada por el Consejo de Ministros

02 JUN 2020 - 00:00
El Gobierno establecerá un impuesto sobre los envases de plástico de un solo uso
Comparecencia en rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros en Moncloa. EUROPA PRESS
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El Gobierno establecerá un impuesto sobre los envases de plástico de un solo uso
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REDACCIÓN. Murcia

Los plásticos de un solo uso quedarán prohibidos desde julio de 2021 y desde 2023 se cobrará al consumidor cada vaso o envase de plástico. El Consejo de Ministros ha aprobado hoy la Estrategia Española de Economía Circular y el anteproyecto de ley de residuos, que ha detallado la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera.

Además, el Gobierno quiere recaudar 724 millones con un impuesto especial a la fabricación de envases de plástico de un solo uso desde 2023. Cafeterías, bares y restaurantes deberán cobrar un precio por cada vaso y tapa del café para llevar de plástico a partir del 1 de enero de 2023, al tiempo que en la restauración se deberá ofrecer de forma obligatoria agua de grifo al consumidor, aunque este podrá, en todo caso optar por agua embotellada, y el abandono de basura en el medio ambiente podrá conllevar multas de entre 1.000 y 2.000.000 de euros, según su gravedad.

El texto establece limitaciones a los plásticos de un solo uso. En concreto, a partir del 3 de julio de 2021 estará prohibido introducir en el mercado bastoncillos de algodón (excepto en el ámbito de productos sanitarios), cubiertos, palillos, platos, pajitas y agitadores de bebidas de plástico, así como los palos para sujetar globos, excepto los globos de aplicaciones industriales y profesionales que no se distribuyan a consumidores; los recipientes y vasos para alimentos y bebidas hechos de poliestireno expandido, incluidos sus tapas y tapones.

En este marco, el anteproyecto contempla un nuevo impuesto especial que el Gobierno justifica porque "responde a las recomendaciones realizadas por la Comisión Europea, que en numerosos informes ha señalado que España cuenta con margen de actuación en materia de fiscalidad verde".

Así, prevé imponer un impuesto especial a los envases de plástico no reutilizable que será de carácter indirecto y recaerá sobre la fabricación, importación o adquisición intracomunitaria de envases de plástico no reutilizables que vayan a ser objeto de utilización en elmercado español.

Explica así que es "similar" al que se implantará en Reino Unido o Italia y precisa que ascenderá a 0,45 euros por kilogramo de envase. Con ello, aspira a una recaudación cercana a 724 millones de euros, que obtendrá de los vasos de bebidas, incluidos sus tapas y tapones y los recipientes para alimentos, tales como cajas, con o sin tapa, utilizados con el fin de contener alimentos que están destinados al consumo inmediato, in situ o para llevar; normalmente se consumen en el propio recipiente, o están listos para el consumo sin ninguna otra preparaciónposterior, como cocinar, hervir o calentar, incluidos los recipientes para alimentos utilizados para comida rápida u otros alimentos listos para su consumo inmediato.

De hecho, el texto fija que en 2026 se tendrá que reducir un 50 por ciento su comercialización, con respecto a 2022; y en 2030, esa reducción debe ser del 70 por ciento, también con respecto a 2022. En ese sentido, se buscarán alternativas reutilizables o de otro material no plástico.

No obstante, desde el 1 de enero de 2023 quedará prohibida su distribución gratuita y se deberá cobrar "un precio por cada uno" de los productos de plástico que se entregue al consumidor, diferenciándolo en el ticket de venta.

También quedarán prohibidos desde el 3 de julio del año que viene cualquier producto de plástico que se fabrique con plástico oxodegradable, así como los cosméticos y detergentes que tengan microplásticos añadidos de forma intencionada.

Igualmente, se limitarán además de los vasos de bebidas, sus tapas y tapones, así como las cajas, con o sin tapa, utilizados con el fin de contener alimentos que están destinados al consumo inmediato, in situ o para llevar.

Otras de las medidas que incluye el anteproyecto de ley pasan por acabar con la obsolescencia programada, para fomentar el uso duradero y eficiente de aparatos eléctricos y electrónicos, textiles y muebles, envases y materiales y productos de construcción.

En esa línea, se fomentará también la reducción del desperdicio alimentario y la preferencia por el agua no envasada, para lo que se buscarán nuevas vías para apostar por la donación de alimentos, aumentarán las fuentes de agua disponibles en las vías públicas y edificios y se ofrecerá de forma obligatoria en la restauración un vaso o una jarra de agua gratuita. 
 

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