La madre y el hermano del detenido por el apuñalamiento que acabó con la vida de un hombre de 58 años el viernes, ya han prestado declaración ante la Guardia Civil. Testigos aseguran que el fallecido medió en una pelea
ENRIQUE SOLER. Caravaca de la Cruz
Siguen apareciendo más datos del homicidio ocurrido en la madrugada del viernes en Caravaca de la Cruz, cuando un hombre asestaba un cuchillazo a otro en la puerta de un restaurante ubicado en la calle Simancas.
Según han comunicado los propietarios del bar, a través de un comunicado, el homicida estuvo al mediodía y a las cinco de la tarde, hora del cierre, se marchó. Inciden en que «volvió sobre las 11 -refiriéndose al atacante- y ya iba en malas condiciones, no se le sirvió nada y se le invitó a marcharse». En ese momento víctima, que se encontraba con otra persona en el establecimiento, «intentó intervenir para que se fuera y no pasó a más, el dueño del bar acompañó al agresor a la calle insistiéndole que no se le podía servir más debido al estado en el que se encontraba».
El hombre se marchó del establecimiento y no fue a más la situación. Todo se complicó cuando un tiempo después regresó e inició en la puerta del establecimiento una discusión con el fallecido, empezando a cruzar palabras y forcejeos. Desde el establecimiento explican que ya llevaba el arma homicida, y que en ningún momento la cogió del restaurante. Tras varios forcejeos sacó el cuchillo y procedió a herir de muerte a FJGE, de 58 años de edad.
Por otro lado, han pasado a prestar declaración la madre y el hermano del presunto homicida. Han explicado que su hijo no vivía en el domicilio familiar desde hacía una semana. Tampoco reconoció el cuchillo que le fue mostrado como el utilizado en el apuñalamiento de la víctima y que había sido recogido en las inmediaciones del crimen y entregado a la Policía Local.
