Segunda jornada del juicio en el que han declarado los abuelos de la víctima, la madre y un amigo del acusado. Sonido cedido por 7TV
REDACCIÓN | AGENCIAS
La abuela de la joven asesinada en Canteras (Cartagena) en el año 2017, ha asegurado en la segunda vista del juicio, que se celebra en la Audiencia Provincial de Murcia, vio al acusado, A.S.C., coger a su nieta de los pelos y apuñalarla en el pecho.
La mujer ha explicado que cuando entró en la vivienda, su nieta ya estaba sentada en el sofá con las manos cortadas y sangrando mucho y al acusado con los cuchillos en la mano.
Además, ha corroborado que recogieron a la joven del cuartel de la Guardia Civil tras interponer la denuncia contra el acusado, que fueron primero al colegio y después a la casa, y que allí le dijo a su nieta "no subas" y ella le respondió "no va a pasar nada, yaya". "Teníamos miedo de que estuviera en los alrededores", ha asegurado.
También ha señalado que le pidió al acusado llevar a la joven al hospital, "se va a desangrar", e incluso que también lo hizo la víctima, pero que él sólo la cogía de los pelos y la volvía a sentar en el sofá; que consiguió que le diera los cuchillos, pero que después se enzarzaron en una pelea en la que ella acabó herida, y que la empujó hasta sacarla de la vivienda y cerrar la puerta.
"Oí gritar a mi nieta" sin poder entrar en la casa, "hasta que la cría paró de chillar y pensé que algo le había hecho".
En esta segunda sesión también ha declarado el abuelo de la joven, que ha asegurado que el acusado "iba ya preparado con los cuchillos, como un pistolero", y que oyó gritos "alarmantes" cuando fue a pedir ayuda a la calle. El hombre, que se ha emocionado, ha pedido al acusado que levantara la cara, "no sé cómo la apuñaló tantas veces", ha exclamado, enfadado.
Asimismo, han declarado los padres de la joven, muy afectados, que se han venido abajo al ver los cuchillos utilizados en el asesinato de su hija, asegurando ambos que el cuchillo jamonero no era de ellos.
ERA UNA PERSONA "MUY CELOSA"
Dos de los testigos que han declarado en la segunda sesión del juicio han coincidido en señalar que el procesado es una persona muy celosa. Se trata de la madre de la víctima y de un amigo del acusado; la primera ha declarado a la Sala que este llegó a encerrarla en su habitación, durante los meses que convivieron en la casa de él, ubicada en Málaga, para que no saliera a la calle y no tuviera contacto con ninguna otra persona.
Por su parte, el amigo ha revelado que estaba muy afectado por la decisión de la joven de dar por terminada la relación sentimental que los había mantenido unidos durante año y medio ya que no encontraba explicación alguna a la misma y la consideraba injusta.
En cuanto a la actitud celosa del procesado, ha explicado que en una ocasión le dijo que al enterarse de que ella formaba parte de un grupo de whatsapp la obligó a salir del mismo, “ya que si él no estaba integrado en ninguno de esos grupos, ella no tenía por qué estarlo”.
