En el 90% de los hogares ninguna persona ha podido adaptar su actividad laboral al teletrabajo
REDACCIÓN. Murcia
La pandemia de la COVID-19 ha empeorado las desigualdades ya existentes en la comunidad gitana. Una de las conclusiones a las que se han llegado en este estudio dirigido por la Universidad de Alicante es que la mitad de las familias gitanas consultadas dice haber encontrado dificultades para que los menores sigan sus estudios desde casa. También hay un relevante impacto en la salud mental, con problemas como ansiedad o depresión. El 30% de las domicilios encuestados en varias comunidades autónomas, entre ellas la Región de Murcia, señala haber perdido su empleo y en el 90% de los hogares ninguna persona ha podido adaptar su actividad laboral al teletrabajo.
El doctor en Sociología de la Universidad de Alicante, Daniel La Parra, es el director del informe en el que también han participado la Universidad de Navarra, el Instituto de Salud Carlos III y asociaciones gitanas. Todos estos problemas han desembocado en una notable pérdida de ingresos, llegando a tener dificultades para atender necesidades básicas como la alimentación.
Las conclusiones generales precisan que los resultados del estudio no pueden ser extrapolados al conjunto de la población gitana, porque la muestra no es suficiente. Sin embargo, suponen una aproximación a la situación del sector de la comunidad gitana con mayor vulnerabilidad.
