Los productores de hortalizas se quejan del precio que les pagan los distribuidores por los alimentos de sus cosechas, cuando el coste de venta es tres veces mayor
REDACCIÓN
Las organizaciones agrarias Coag, UPA y Asaja han anunciado movilizaciones si en dos semanas la distribución no mejora el ruinoso precio que paga al productor de las hortalizas, de 0,15-0,34 euros por kilo de brócoli, calabacín o pimiento, luego a la venta por 2, o de 8 céntimos la lechuga.
Estas organizaciones denuncia que, cuando apenas hay verduras en los campos, los distribuidores, con codicia sin límites y malas artes que no respetan ni a productores ni a consumidores, han tirado los precios en origen pese a la demanda disparada. Lo consideran una falta de respeto a la dignidad y al valor del trabajo en el campo y de reconocimiento del carácter estratégico y vital de la actividad agraria como productores de alimentos y preservadores del medio natural y rural, lo que se traduce en el hundimiento de las rentas de los agricultores.
El presidente de COAG, Miguel Padilla, dice que la situación vuelve a ser igual o peor que la que dio origen las movilizaciones que suspendieron por la pandemia y que les están abocando a la ruina. Por su parte, Antonio Moreno, el secretario de agricultura de UPA, recalca que si en 15 días la situación no cambia, los agricultores y ganaderos empezarán a movilizarse ante las grandes superficies.