Han recorrido las calles de Murcia con pancartas en las que se leía "No somos las Kellys de Fernando López Miras". Piden recuperar sus condiciones laborales anteriores a la crisis, según explica Antonio Alcaraz
REDACCIÓN. Murcia
El personal de limpieza de los edificios de la Comunidad Autónoma ha recorrido esta mañana las calles del centro de Murcia hasta la sede del Gobierno regional para pedir la recuperación de sus condiciones laborales y salariales anteriores a la crisis. Comenzaban la protesta con una concentración ante la consejería de Hacienda.
Los trabajadores del servicio de limpieza de la Comunidad han recorrido el centro de Murcia con pancartas en las que se podía leer. "No somos las Kellys de Fernando López Miras, justicia, dignidad y respeto".
En 2013 se adjudicaron los contratos de limpieza a tres empresas, en unas condiciones peores para los cerca de 600 empleados, según el portavoz de los profesionales, Antonio Alcaraz. Se ha reducido la plantilla en cerca de 200 puestos de trabajo, y también la jornada laboral en más de un 16 por ciento. Consecuencias, según Alcaraz; menos salario, más carga de trabajo y por lo tanto más estrés y más bajas laborales. Piden a la administración regional que revierta esas condiciones laborales a las anteriores a la crisis.
El secretario general de Podemos, Óscar Urralburu, ha estado presente en la protesta y ha exigido al Gobierno regional que cumpla el acuerdo de restitución de los derechos laborales de estas empleadas perdidos en 2012. Urralburu ha censurado que, pese a haberse aprobado la recuperación de las jornadas laborales, convenios colectivos y salarios recortadas hace nueve años "con el argumento de la crisis", estas mujeres siguen siendo "trabajadoras sin derechos".
RESPUESTA DEL GOBIERNO REGIONAL
La consejera portavoz del Gobierno regional, Noelia Arroyo, dice que quieren lo mejor para todos los empleados de la comunidad, pero ha subrayado que se trata de un conflicto laboral que deben solucionar con la empresa adjudicataria del servicio, puesto que no están contratadas directamente por la administración autonómica y, por tanto, esta no puede establecer sus condiciones laborales.
Arroyo añade que las limpiadoras buscan llamar la atención diciendo que no quieren ser las "kellys de López Miras".
