Entrevistamos al doctor Novoa, que ha participado en la Región a la adaptación del protocolo que permite a un familiar acompañar a un mayor interno en una residencia en sus últimas horas de vida
REDACCIÓN. Murcia
El IMAS ha distribuido un protocolo que establece condiciones muy rígidas para que un familiar pueda acompañar a un interno de una residencia de mayores que se encuentre próximo a la muerte.
El documento, elaborado por Mensajeros por la Paz y adaptado en la región por especialistas como Abel Novoa, miembro del comité bioético de la Sociedad de Medicina Familiar, fija que sólo una persona podrá acceder a su habitación durante un máximo de quince minutos con un contacto físico deberá limitarse a tocarle una mano sin desprenderse nunca de los guantes aislantes.
Medidas extremas, dice Novoa, para evitar que se produzcan contagios entre los familiares o de estos hacia otros residentes o personal.
Abel Novoa señala que la fase terminal de estos enfermos se sigue en la propia residencia porque se considera el lugar más adecuado para estos pacientes cuya tasa de mortalidad, debido a su edad avanzada y sus patologías previas, se encuentra en el 30 por ciento