En Estados Unidos se permite, desde esta semana, especular con el precio futuro de los derechos de uso del agua. "El pequeño agricultor quedará fuera de juego y especulará gente ajena al mundo del agua" denuncia Arrojo
PACO MARTÍNEZ. Murcia
La gestión del agua en el estado norteamericano de California ha sido a menudo una referencia para la Región de Murcia, con la que comparte bastantes características sobre todo en cuanto a ciclos de sequía y problemas para garantizar el suministro. Esta semana, California es noticia porque allí, por primera vez, el agua ha empezado a cotizar en bolsa. Y el Relator Especial de Naciones Unidas para el agua, el aragonés Pedro Arrojo, ha lanzado un mensaje de alerta por los riesgos que esa práctica entraña.
Lo primero que hay que explicar es que lo que cotiza en bolsa no es exactamente el agua, sino las concesiones que dan derecho a utilizarla. Y no es un mercado automático de compraventa, sino un mercado de futuros, que es -básicamente- especulativo: se compran hoy a un precio fijo los derechos para usar el agua dentro de unos meses, o incluso unos años, apostando a que cuando llegue el momento, el agua estará más cara y habremos ganado dinero. El Relator Especial de la ONU Pedro Arrojo predice que esa práctica va a provocar una concentración de la propiedad del agua que acabará expulsando del sistema a los pequeños y medianos agricultores: "Quién puede comprar a precios altos si se dispara el precio del agua, por ejemplo en un mercado especulativo de futuros... Lógicamente los grandes potentados. Pero el pequeño agricultor, ni en Murcia ni en Aragón ni en ningún sitio, queda fuera de juego. Pasa a ser un proceso de concentración y especulación por parte de gente que no está en el mundo del agua ni de la agricultura. Compran derechos de agua para venderlos más caros".
Arrojo habla desde la experiencia ya vivida en otros mercados de futuros, los de los alimentos, que durante la crisis de 2008 se convirtieron en refugio para los grandes inversores. La entrada masiva de capital en los mercados de cereal acabó provocando una escalada especulativa que multiplicó por mucho el precio de esos alimentos y derivó en terribles hambrunas en los países más pobres del mundo: "En ese momento grandes bancos del mundo meten en el mercado especulativo de futuro de alimentos 320.000 millones de dolares. ¿Qué pasó con los alimentos? Pues el trigo se quintuplicó de precio en tres años. Y los precios de alimentos, de media en el mundo, se duplicó en esos tres años".
En su calidad de Relator Especial de la ONU, este profesor zaragozano y antiguo diputado de Podemos en el Congreso, ha dado la voz de alarma. La carta que ha trasladado a Naciones Unidas alertando sobre las implicaciones de este mercado de futuros sobre el derecho fundamental a tener acceso al agua, ya ha sido respaldada por otros expertos internacionales. Y aunque Europa está aparentemente protegida por la directiva marco que establece que el agua no puede ser considerada como un bien económico, Arrojo cree que la sociedad debe estar alerta, porque las grandes compañías no dudarán en tratar de extender el modelo fuera de EEUU: "Tenemos bases para resistir la legislación europea, pero, como todo, si no hay conciencia social y estamos alerta y no hacemos conscientes a nuestras instituciones de ese peligro... pues el que no cuida su casa, se la invaden o se la quitan. Yo no lo tomaría a broma".
