La estancia media de los participantes fue de casi 2 días, con un gasto medio superior a los 340 euros, y el 76% de los espectadores eran de fuera de Cartagena
La primera edición del festival Rock Imperium de Cartagena generó un impacto económico de 4'5 millones de euros. Hoteleros, hosteleros o taxistas, todos coinciden en que los resultados han sido muy positivos y que Cartagena está más que preparada para acoger eventos de esta magnitud.
Son conclusiones de un estudio del impacto económico del festival en la comarca y el conjunto de la Región de Murcia. La estancia media de los participantes fue de casi 2 días, con un gasto medio superior a los 340 euros. Las cifras se acercan al millón y medio de euros en alojamientos, un millón en restauración y gastos en comercio, taxis y otros servicios, que suman 3,35 millones de euros.
El 76% de los espectadores eran de fuera de Cartagena: 20% de la Región; 54% nacionales y 3,5% extranjeros.
La alcaldesa, Noelia Arroyo, ha calificado los datos como excelentes, pero las expectativas son aún mejores, según señala, ya que “el 95,5% de los encuestados dicen que repetirán este año y el estudio deja claro que el éxito del festival será mayor con una marca ya conocida y por la mayor distancia de la época de pandemia”.
Los datos, según Arroyo, confirman esa tendencia. “Ya hemos superado el 60% de la venta de entradas”.
La edición de este año tendrá un día más de duración para poder disfrutar de una banda mítica, KISS. Así lo ha confirmado Juan Antonio Muñoz, director del festival.
El autor del estudio, Antonio García, señala que el hecho de ser la primera edición, celebrarse todavía durante postpandemia a nivel mundial, y no disponer de una marca como destino del rock previamente conocida, han limitado el impacto económico y particularmente en el efecto directo y el impacto de los asistentes.
“Ambos impactos económicos son susceptibles de ser mayores en futuras ediciones para las que se prevé un efecto directo y de asistentes en particular, y en general del impacto económico, significativamente más altos que los registrados en esta primera edición”, concluye García.