CLUB DE LECTURA. Antonio Muñoz Molina

Lisboa es una ciudad que ama Antonio Muñoz Molina, por tantas y tantas razones que le conciernen directamente. Tus pasos en la escalera es un enorme gesto de gratitud del autor hacia la ciudad en la que ha sido tan feliz. De darle también lo que ella previamente le ha dado a él. Una frase anotada junto al Tajo en un cuaderno puso en marcha el extraño y misterioso mecanismo mental para crear el universo que contiene esta ficción. 

Su personaje es Bruno (solo conocemos su nombre al final), que aguarda expectante la llegada de Cecilia, con la que compartió espacio vital y físico en Nueva York. Las dos ciudades, Lisboa y Nueva York se conectan, interpelando a la propia memoria del escritor, a sus vivencias más íntimas. Una novela que tiene mucho que ver con las trampas de la mente. ¿Cómo puede uno fiarse de una mente que cuando está dormida acepta como verdades las fantasmagorías desatadas de los sueños? 

Antonio Muñoz Molina nos vuelve a recibir en su casa. Preguntamos por Lolita, una perrita que siempre ha sido testigo atento de nuestras entrevistas anteriores. Luria, única compañía de Bruno en la casa minuciosamente preparada para el momento en el que aparezca Cecilia, está inspirada en ella. Y queremos saber cómo nació el personaje de Alexis, ese manitas que siempre guarda una solución en su caja de herramientas. Y acariciamos el papel de seda de los tres cuadernos en los que Antonio escribió la novela, y lo hacemos pensando que el escritor jamás ha perdido de vista que solo es un artesano. Nada más y nada menos que un artesano... 

Hablamos de libros. De los suyos, y también de otros, que siguen promoviendo placeres en Antonio, nutritivos e inmortales. Veinte mil leguas de viaje submarino, o los cuentos de prosa precisa y al mismo tiempo densa de Alice Munro... A fin de cuentas, una biblioteca es el mejor almacén de víveres para esperar el fin del mundo.

Ahí os dejamos la entrevista a Antonio Muñoz Molina, ese capitán Nemo que se resiste a abandonar el Nautilus.