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La entrada al mirador

04:39
22 JUN 2020 - 00:00
La nueva normalidad

Buenas tardes,

Lo hemos conseguido, hemos llegado a la nueva normalidad. Dos palabras que juntas componen un oxímoron, que quiere decir que son contradictorias. Me explico: lo nuevo es algo que no hemos visto nunca, que rompe nuestra rutina 

y la normalidad es aquello a lo que te acostumbras, lo que ya no te llama la atención, lo que se repite una y otra vez. Así que “nueva normalidad” en realidad, no tiene sentido, pero se nos ha metido en la cabeza y lo hemos visto así como la meta de un maratón a la que estábamos deseando llegar.

Nos quitaron toda nuestra libertad de golpe el 14 de marzo y nos han ido levantando el castigo poco a poco. Cada dos semanas conseguíamos tener permiso para hacer cosas que antes eran normales y ahora se nos antojan un privilegio: podemos ir a los bares, los niños pueden ir por fin a los columpios, hay quien ha podido ya regresar a su trabajo porque le han rescatado del ERTE o porque le dejan volver a la oficina después de meses en casa trabajando con pijama, podemos ir a ver a nuestra familia, pasar la frontera provincial y autonómica, y se han acabado las multas por estar en la calle sin justificación. 

 

La pandemia y el encierro nos han traído algunas cosas positivas. Nos hemos dado cuenta de que se puede teletodo: telecomprar, teletrabajar, teleformar, tele pedir comida, aunque no todo nos gusta, pero se puede. Somos más obedientes como sociedad de lo que pensábamos y tenemos unos sanitarios estupendos que son capaces de trabajar aunque nos les hayan dado todos los medios necesarios. Otra cosa que hemos aprendido es que hay temas de conversación más allá del fútbol y de Cataluña, pero no se preocupen que el fútbol ya ha vuelto y sobre Cataluña empezaremos a discutir enseguida. Por cierto, también nos hemos dado cuenta de la cantidad de gente que está dispuesta a creérselo todo, cualquier conspiración rocambolesca que se parezca más a una película de ciencia ficción, hay alguien que se lo cree y lo comparte.

También hay cosas que se han ido para siempre o que vamos a tardar mucho en recuperar y está bien que no se nos olvide. 

No podemos aún bailar en las discotecas ni ocupar las barras de los bares codo con codo con el de al lado. Las mujeres, al menos por ahora, no volveremos a entrar juntas en los baños públicos. Nos hemos quedado este verano sin festivales, sin conciertos, sin partidos de fútbol, sin pelearnos con el de al lado por clavar la sombrilla… 

Ya no salimos de casa sin mascarilla y gel limpiador de manos, accesorios que antes ni se nos hubieran ocurrido que nos iban a hacer falta. Muchos se han quedado sin trabajo, sin planes de futuro, sin vacaciones... 

Y que no se nos olvide que esto aún no ha terminado y no nos podemos dar abrazos. Así que no tengo claro que esto se pueda llamar nueva normalidad

 

MARTA FERRERO

 


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