La entrada al mirador

Buenas tardes,

Si son oyentes fieles del Mirador, ya saben que me gusta empezar con una reflexión que muchas veces viene de algo que he leído y hoy me he encontrado con una historia alucinante que explica Alejandro Romero en Murciadiario. Resulta que en Arabia Saudí están construyendo toda una ciudad en mitad del desierto como una réplica de Murcia. Con su río Segura, su nueva condomina y su edificio Moneo. Con la catedral no se han atrevido, pero sí tendrán una mezquita. 

No solo es tremendo que se planteen construir una ciudad entera con río y todo en medio de un desierto, seguro que las temperaturas se parecen a las de Murcia, es que se hayan pensado copiar precisamente esta. ¿Qué tiene Murcia que les ha enamorado? No me entiendan mal, a mí me encanta Murcia, es donde he nacido y donde he pasado toda mi vida, pero si tuviera la oportunidad de hacer una réplica de una ciudad, a lo mejor elegiría otra. 

En fin, imagínense que tienen todo el dinero del mundo (700 millones de dólares se van a gastar) y los mejores arquitectos para hacer Murcia otra vez, ¿qué quitarían? ¿y qué recuperarían?

Podríamos hacer una Murcia con reproducción de baños árabes, con su muralla, con las acequias a la vista para que bajaran la temperatura, con todos los bajos comerciales llenos de tiendecitas, con carriles bici y calles peatonales… que solo permitieran circular a coches eléctricos y tranvía.  ¡O metro! Puestos a soñar, en esa Murcia imaginaria podríamos poner un metro y por supuesto, el tren estaría soterrado. 

Me da la sensación de que esa Murcia que yo sueño no es la que sueñan los saudíes, que lo primero que han hecho es un centro comercial, pero es curioso y casi halagador que estén reproduciendo la ciudad. Aunque en esa Murcia saudí no podría ir vestida como voy, me costaría muchos disgustos conducir ni podría trabajar y menos de periodista, por el pequeño detalle de que soy mujer, pero eso es otra historia.