Alcaraz cede ante Nicolás Álvarez por 7/6, 4/6 y 7/5 en Lleida pero iguala una marca única del tenis base español que solo posee Rafa Nadal
ANTONIO GOMARIZ / Lleida - 26.06.17
Parecía que su participación sería testimonial pero ha estado a punto de dejar algo más que la marca de sus pelotazos sobre la arcilla roja de las pistas del Club Tennis Lleida. Carlos Alcaraz, de la pedanía murciana de El Palmar, perdió ayer la final del campeonato de España cadete de tenis aunque la derrota le sabe más que dulce que nunca. Todavía es infantil, cumplió 14 años en mayo y no en vano, llegó al torneo como el jugador más joven del cuadro masculino. Nadie había alcanzado a su edad la final de un nacional superior a su categoría natural; tan solo Rafa Nadal lo había conseguido como alevín cuando fue subcampeón de España infantil en 1998.
Aterrizó Alcaraz en el campeonato nacional tras un calendario cargado de competiciones y con unas molestias en el abdomen que se acentuaron durante toda la semana que duró la prueba. Aun así demostró a orillas del río Segre lo que su escueta carrera tenística indicaba. Como muestra, el año pasado ganó el Conde de Godó de su categoría y el Rafa Nadal Tour, dos de los torneos con más nombre del circuito nacional. Además, de ello, está muy bien considerado en la Federación Española de Tenis y es un fijo de la selección sub-14, con la que ganó el pasado mes de febrero la Winter Cup, el campeonato europeo por países en pista cubierta que hacía 15 años no conseguía nuestro país.
En su primer partido en tierras leridanas se deshizo del canario Óscar Hernández, con un contundente 6/2 y 6/1. Un encuentro que solventó con la misma facilidad con la que se lee el resultado sobre estas líneas. En segunda ronda se topó con el cartagenero Jaime Caldés, al quien hace unas semanas venció en el regional cadete en Alhama de Murcia. Como entonces, Alcaraz se apuntó el duelo murciano, aunque esta vez por 6/2 y 6/4.
En octavos de final, más de lo mismo. 7/5 y 6/1 sobre el cordobés Paco Pérez, quien reconoció al final del partido unas molestias en su hombro derecho, de ahí la diferencia de puntos entre sets. No pudo evitar el andaluz que Alcaraz cerrase el encuentro con un saque directo, gesto de calidad que enardeció los aplausos que el público asistente le brindó en el momento de confirmar su victoria.
Mario González, fue el rival de cuartos de final. Este tenista madrileño fue el mismo que apeó a Alcaraz del título de campeón nacional infantil el pasado año. Esta vez fue otra historia. Mediante un 6/3 y 6/3 en poco más de hora y media de juego eliminó a González pese a las trabas que propinó el técnico del madrileño durante el encuentro. En un punto del segundo set se saltó el código tenístico y ayudó a su pupilo a leer una jugada de Alcaraz con una advertencia que se escuchó por toda la pista: “¡dejada, dejada!”. El juez de silla amonestó su descaro.
El pasado sábado debutó Alcaraz en la pista central del club de tenis catalán para jugar las semifinales ante el balear Pedro Vives. Ni la expectación generada por el encuentro –desde la federación se promovió su streaming en directo por redes sociales- desestabilizó al murciano. Finalizó el partido 6/4 y 6/2 a su favor aunque en esta ocasión ya empezó a notar las dificultades de jugar con gente superior físicamente, especialmente en la primera manga.
Ya en la final, el último escollo de Alcaraz fue Nicolás Álvarez, a la postre insalvable. El tenista burgalés se presentó al torneo como número uno e hizo que los razonamientos probabilísticos se cumplieran. Aun así, el resultado muestra lo que se exprimió el favorito para llevarse el título: 7/6 (6), 4/6 y 7/5 en más de tres horas y media de partido, donde el campeón cedió ante el murciano el único set que ha perdido en el campeonato. El apoyo de su gente no fue suficiente, un autobús completo viajó de madrugada desde el Club de Campo de Murcia, donde el joven tenista entrena, para ver al protagonista en directo.
Pese al agridulce final de competición, el mérito de Alcaraz es indudable a estas alturas. Sin ir más lejos, reconocidos tenistas profesionales de la actualidad, como Feliciano López y el murciano Nicolás Almagro, ya sorprendieron en su época llevándose este torneo como cadetes de primer año, algo poco habitual. En cambio, el de El Palmar ha estado a un paso de hacerlo como infantil, con 14 años, y desde hoy mismo es el favorito para la edición de 2018. Ya ha copiado a Nadal y todo hace pensar que volverá a hacer lo mismo en 12 meses. Talento natural y mucho trabajo son los elementos que conjuga Alcaraz junto a Kiko Navarro, su entrenador, para cimentar esta ilusionante carrera tenística.