El tenista murciano fue la estrella de la ceremonia oficial que cierra el torneo de Wimbledon.
GREGORIO LEÓN
Wimbledon es un torneo de códigos y liturgias ancestrales. Costumbres que han adquirido la fuerza de la ley. Y una de ellas es la de vestir de etiqueta en la cena de los ganadores. Así que varios miembros del equipo de Carlos Alcaraz dejaron que el sastre de la organización le tomara las medidas, y les prestara el traje exigido por el protocolo. Fue así como se presentó el nuevo campeón de Wimbledon, que dirigió unas breves palabras a los asistentes: "Ahora me voy a Murcia a sentirme un chico normal de nuevo", comentó.
Con pajarita, sin dejar de soltar el trofeo que ya tuvo en sus manos Manolo Santana, en tiempos en blanco y negro, vio una vídeo preparado por Wimbledon con las mejores imágenes de su victoria, antes de ser reclamado para aparecer en el escenario.
Y posó junto a la ganadora de categoría femenina, Marketa Vondrousova.