El expresidente dice que "el tren de Felipe no se puede dejar pasar" y se defiende diciendo que "ni me ofrecí ni me han propuesto volver al Consejo". También señala al K-Business como freno en la negociación de noviembre
A horas de confirmarse el acuerdo entre Felipe Moreno y Agustín Ramos para que el exdueño del Leganés sea el máximo accionista del Real Murcia, siguiendo el actual presidente grana en dicho cargo pese a ceder el control del club, Chema Almela valoraba "muy positivamente este acuerdo. Es lo mejor para el Real Murcia y eso es siempre lo importante". El que fuera presidente tras la salida de Víctor Gálvez se defiende de las críticas afirmando que "tengo la conciencia muy tranquila, porque siempre busqué lo mejor para el club y si me posicioné a favor de la entrada de Moreno fue porque es un tren que no se puede dejar pasar, por potencial económico y por contar con la solución judicial a las denuncias de Mauricio García De la Vega".
Insiste Almela en que "ni me he ofrecido ni me han propuesto volver al Consejo de Administración", quita hierro a la denuncia de la Acción Social de Responsabilidad de Higinio Pérez Mateos y Francisco Tornel a la gestión de Agustín Ramos: "Simplemente es pedir información y que se debata en la Junta". Asegura que no sólo los apoyos de Felipe Moreno, entre los que se les incluye, deben ser señalados: "A Agustín su entorno tampoco le favoreció en noviembre cuando parecía haber acuerdo con Felipe Moreno, me refiero al K-Business". Sólo ve un lunar en los movimientos del ex dueño del Leganés, que en su rueda de prensa se vio reacio a acuerdos con Enrique Roca: "Creo que Felipe se equivocó cerrando esa puerta, Enrique Roca da nombre al estadio, es accionista y también una buena fuente de ingresos".