El extenista alemán considera que los rivales ya se han dado cuenta de cómo hay que jugar contra el murciano para ganarle.
GREGORIO LEÓN
Uno venció al tiempo. Otro, a un mito. Boris Becker se convirtió en el jugador más joven en ganar Wimbledon. Apenas tenía diecisiete años y siete meses. El otro fue capaz de silenciar al rey de la hierba, un Novak Djokovic que ejercía su poder absolutista en el prado de All England Club hasta que llegó un murciano y lo hizo abdicar. Becker y Alcaraz aparecen conectados. El alemán no pierde detalle de las evoluciones del tenista de El Palmar. Y le ha encontrado una falla a su juego, un punto de vulnerabilidad: "Los demás jugadores se han dado cuenta de cómo hay que jugar contra Alcaraz para tener una oportunidad de ganarle. Eso es lo que ha ocurrido. Otros tenistas han evolucionado y Alcaraz, no". Y el alemán añade que "sigue jugando un tenis fantástico. Me encanta verle jugar en su mejor momento, con su juego de pies, sus variaciones, su saque y su derecha. Pero los mejores jugadores se han adaptado a esto, y ya sabe cómo contrarrestarlo".
Boris Becker, a pesar de esas observaciones que hace al juego de Carlos Alcaraz, le aventura un buen porvenir en la primera cita del año: "Seguro que entrena algo diferente con Juan Carlos Ferrero ahora en invierno, y mejorará, sin duda. Su tarea es seguir desarrollando sus puntos fuertes. Y también estoy convencido de que veremos a un Carlos Alcaraz muy fuerte en el Open de Australia de 2024".