El tenista murciano, que debutará este viernes, considera que si no gana el Mutua Madrid Open no sería un fracaso
GREGORIO LEÓN
Todos le atribuyen la etiqueta de favorito. Con solo dos derrotas en todo 2023, su coronación como rey del Godó y las ausencias de Rafa Nadal y Novak Djokovic, es fácil adjudicársela. Pero Carlos Alcaraz, sin abandonar su humildad, no se ve como tal. Así lo ha dicho en el Media Day del Mutua Madrid Open, celebrado en la Caja Mágica. En una extensa rueda de prensa, con palabras medidas, ha sido muy directo. Y usando siempre el nosotros, con el que abarca el equipo que le cuida, y al que siempre dedica elogios cada vez que gana un partido o un torneo. El ejemplo más cercano fue en el Club de Tenis de Barcelona, donde logró arrancar lágrimas a Juan Carlos Ferrero: "Conseguir el número 1 es un objetivo, pero hacerlo de cara a Roland Garros no cambia mucho. Nosotros somos pensamos en ir al torneo de la manera posible. No pienso en las rondas que debo pasar para volver a ser el 1. Eso en mi cabeza no está.
Con diecinueve años todavía y todas las miradas fijas en él, Carlos Alcaraz podría sentir sobre sus hombros el peso excesivo de la responsabilidad. Pero el murciano esa presión social y mediática con naturalidad. Y la usa como aliada: "Es una motivación para mí, y más si es aquí en España, delante de mi gente. Si no ganamos, para mí no sería un fracaso. Si de actitud y de cabeza estoy bien, si pierdo no me lo tomaría como un fracaso".
