El máximo accionista de la entidad pide que se afine en los fichajes, y considera fundamental empezar el año ganando en Nueva Condomina.
GREGORIO LEÓN
Las vísperas de la última junta de accionistas del Real Murcia dejaron un intercambio de burofax entre Mauricio G. De la Vega y Felipe Moreno. El administrador de Iconos Nacionales acusó al máximo accionista del Murcia de incumplir el pacto parasocial de ambos, al poner en marcha el plan de reestructuración de la deuda. A Moreno no le gustó el tono del burofax. Pero por encima de reproches y desencuentros, subyace una relación cordial de las dos partes. Y por eso Felipe Moreno tiene intención de reunirse a principios de año con él para cerrar el acuerdo definitivo que permita desjudicializar por completo a la entidad grana. Mauricio G. De la Vega, con términos inequívocos, lo dijo en La7 TV: "No voy a retirar las demandas interpuestas". Y lo hizo al conocer que Felipe Moreno había adquirido el 66 por 100 de la opción de compra, dejando el porcentaje restante fuera. El presidente del Murcia prefiere un mal acuerdo a un buen juicio, y por eso trabaja en una solución pactada con De la Vega. Aunque la fecha límite para la ejecución completa de la opción de compra es el 7 de enero, la naturaleza amistosa de la relación que mantienen desde hace años puede propiciar un acuerdo fuera de ese marco temporal. De esa forma daría cumplimiento a una de las promesas que hizo cuando arribó a la entidad murcianista.
Sin margen de error en los fichajes
Felipe Moreno no utiliza palabras agrias o críticas al hablar de Javier Recio. Prefiere mirar para adelante y no atacar el trabajo del director deportivo, por mucho que el equipo esté muy lejos de las posiciones deseadas. Pero lanza un aviso: "No podemos fallar en los fichajes". El presidente murcianista es consciente de los déficits que tiene la plantilla, y de la oportunidad correctora que ofrece el mercado de invierno. Cubrirlos adecuadamente es esencial. Mira la clasificación y ve tiempo suficiente para enganchar el quinto puesto del 'play off'. Y no solo eso, sino que le otorga plena posibilidades de ascenso al Murcia si juega la promoción. Su apoyo a la figura de Pablo Alfaro es total, sin fisuras, y ve en él al hombre del ascenso, poniendo como ejemplo a un entrenador que en el Leganés le dio un rendimiento excepcional: Asier Garitano.
Cambiar dinámica en casa
El máximo accionista del Murcia ha salido decepcionado muchas veces del estadio Nueva Condomina-Enrique Roca. La derrota frente al Antequera, totalmente fuera de guion, lo dejó descolocado, al igual que a los aficionados que se dieron cita ese día en el campo. Hasta le impidió conciliar el sueño. Fue un mazazo. Y quiere que el nuevo año traiga nuevas costumbres. Que 2024 haga del estadio grana un terreno inviolable. Donde la victoria sea un hecho repetido. Y considera esencial que el martes, ante el filial del Atlético de Madrid "B", el Murcia empiece a cambiar tendencia. Una fatalidad parece perseguir al equipo, que parece extranjero en casa. Esa costumbre debe desterrarse. Para remontar todas las posiciones perdidas, adquiere una importancia crucial invertir los números de Nueva Condomina.
Dos fichajes africanos para las bases
El Murcia va a incorporar a dos futbolistas africanos para sus bases. Uno de Ghana, y el otro de Guinea-Conakry. Futbolistas que llegan a la entidad grana gracias a la colaboración de academias de fútbol internacional, que fue la que permitió que otros futbolistas foráneos hayan acabado en el Imperial o en el División de Honor. La entidad grana quiere profundizar en esas operaciones, con la expectativa de una venta futura. Un club como el Murcia debe también financiarse a través de transacciones ventajosas. Comprar barato para vender caro. Una fórmula de éxito de la que se valen muchos clubes en el mundo para crecer temporada a temporada.