Las cuentas expresan que el club está en causa de disolución, condición para que el Murcia pueda acogerse a la "operación-acordeón" para atacar su deuda privada.
GREGORIO LEÓN
Los aplausos con los que la mayoría de los accionistas despidió a Felipe Moreno expresan elocuentemente el apoyo que el dueño del Real Murcia tiene al frente del gobierno de la entidad. También el número de votos a favor de las cuentas presentadas por el Consejo de Administración, un 67'38 por 100, frente a un 32'62 de votos negativos. El presidente del club grana, después de casi cuatro horas de debate, pudo relajar el gesto, contraído durante mucho tiempo por las constantes observaciones, razonamientos jurídicos y críticas formuladas por Julián Luna, erigido en la gran figura opositora a su gestión.
El resultado de la votación concluye que el Murcia, en fondos propios negativos, está en causa de disolución, condición exigida legalmente para que una sociedad pueda acogerse a la fórmula novedosa de la "operación-acordeón", herramienta que pretende usar el actual equipo dirigente para reducir al máximo la deuda privada, cifrada en casi 13 millones de euros. Una próxima junta, de carácter extraordinario, deberá habilitar al Consejo para usarla. Pero la causa objetiva ha salido de la reunión de accionistas de este martes. La palanca que pedía Arquímedes ya la tiene. El punto de apoyo se lo brinda la Ley de Sociedades de Capital. Siempre y cuando no prosperan las diferentes impugnaciones que va a sufrir. La facción opositora le ha crecido a Felipe Moreno, que ahora soporta los dardos de Julián Luna, Enrique Roca y Agustín Ramos. Todos ellos, directamente o a través de sus abogados, se oponen a la legitimidad de la junta y a los acuerdos emanados de ella.
Julíán Luna, contra Felipe Moreno
Todos los papeles estaban repartidos en esta junta. Y Julián Luna asumió la condición de accionista contrario a la gestión de Felipe Moreno, que aguantó sus invectivas con semblante serio. Para empezar, impugnó la junta, en razón al cuórum. Y, valiéndose de una poderosa oratoria, puso sobre la mesa uno de los puntos centrales de su argumentario jurídico: si el presidente del Murcia hubiera convertido en acciones los cinco millones aportados de capital, la entidad murcianista no estaría en causa de disolución. Y enseguida encontró el destino al que quería llegar: el plan de reestructuración de deuda, que a su juicio, menoscabará gravemente los derechos adquiridos por los accionistas. "Aceptar estas cuentas es como autorizar a que el Consejo meta la mano en el bolsillo de los accionistas", llegó a afirmar, en uno de los momentos calientes de la noche.
El punto 4 de la junta prometía ser un foco de debate intenso. A requerimiento notarial hecho el junio, Julián Luna iba a preguntarle a Moreno por su vinculación con el Cartagena, en calidad de dueño o de administrador. Pero no fue debatido, al entender el jurista que es tal importancia este asunto que debe ser analizado en una junta de accionistas expresamente convocada a tal efecto. Y lo otorga un valor tan esencial que ya ha pedido la convocatoria al Juzgado de lo Mercantil, amparándose en el artículo 168 de la Ley de Sociedades de Capital.
Higinio Pérez defiende el plan de reestructuración de la deuda
El abogado Higinio Pérez es uno de los arquitectos de la operación societaria con la que el Real Murcia pretende limitar al máximo su deuda privada. Se dirigió a los asistentes, insistiendo en que el club buscará el equilibrio para no perjudicar los intereses y derechos adquiridos por los accionistas.
Pedreño pide a Luna que retire la querella
Ya en el tramo final tomó la palabra Antonio Pedreño, quien pidió a Julián Luna que retirara la querella criminal que ha interpuesto contra el actual presidente de la entidad: "Felipe no se merece eso. Aquí solo se debe hablar de fútbol", afirmó, entre aplausos.
El episodio de los jamones
La junta se cerró con una alocución de Feilpe Moreno, quien reveló que para enero o febrero tiene previsto celebrar reuniones a alto nivel con Hacienda y Seguridad Social para que el club deje de pagar los intereses del 5 por 100 que actualmente dificultan la operatividad financiera del club. Y enunció detalladamente varios pagos a los que, inopinadamente, había tenido que hacer frente, procedentes de la etapa anterior de Agustín Ramos. Entre ellos, subrayó una reclamación, recibida este martes, de un vendedor de jamones, que reclama una cantidad no abonada por el club por importe de casi 4.000 euros. Sesenta jamones, en total. "Menos mal que fueron jamones y no Rolex", aseguró, con sorna.
Los datos
Votos a favor de las cuentas: 67'38
Votos en contra: 32'62
Deuda actualizada del Real Murcia
Pública: 13.925.000 (Hacienda y Seguridad Social) + 1.000.000 Ayuntamiento de Murcia + 400.000 Emuasa
Privada: 12'7 millones de euros, aproximadamente