El exdueño del Leganés y Agustín Ramos sellan su acuerdo, que propicia un cambio de propiedad en el club grana. Moreno aportará 10 millones de aquí a fin de año, y el abaranero continuará en la presidencia.
GREGORIO LEÓN
Cambio de guardia en el Real Murcia. De la primera reunión el 3 de julio en Campoamor a la comida definitiva, este martes, en la capital de la Región. En medio, un agotador proceso de negociación que primero fracasó y luego rebrotó. Agustín Ramos escuchó a su familia, que le recomendó echarse a un lado, viendo cómo las responsabilidades interminables del Rea Murcia le quitaban horas de sueño y salud. Acatado el consejo familiar, tenía una disyuntiva: dejar el club en manos de un fondo de inversión que le ponía ya esta semana ocho millones iniciales, dejándolo con plenos poderes de gestión, o entregárselo a Felipe Moreno, con una apuesta de cinco millones ampliables a otros cinco antes de que se cierre 2023. El viernes ya había tomado la decisión definitiva. Elegiría a Felipe.
El exdueño del Leganés tenía compromisos insoslayables el lunes. Y la reunión definitiva quedó fijada para hoy. Un encuentro en un restaurante murciano, con dos comensales nuevos: Andrés López y Antonio Pedreño, las dos personas de máxima confianza de uno y otro. A eso de las cinco de la tarde, el pacto estaba concretado.
Y el acuerdo, en sus términos esenciales, ha quedado cerrado, y será sometido a votación en la junta de accionistas del próximo 8 de marzo.
El Consejo de Administración quedará constituido por un gobierno bicolor, con miembros elegidos por Moreno y Ramos.
Agustín Ramos oficiará de presidente. Felipe Moreno, de máximo accionista.
Andrés López se encargará del área jurídica, con la responsabilidad principal de negociar con las Administraciones públicas.
Configuración del nuevo consejo de Administración:
Presidente: Agustín Ramos
Consejeros: Felipe Moreno (máximo accionista)
Antonio Pedreño
María del Mar Carrillo
Juanjo Fernández
José Miguel Almagro