El Juzgado de Primera Instancia 8 condena al Real Murcia a abonar a Fibranet 62.770 euros por el alquiler de la tienda del club en el centro de la ciudad.
GREGORIO LEÓN
Del gobierno de coalición a la ruptura. Y de ahí a la reconciliación, para volver al quiebre de la relación. Como una telenovela ha ido evolucionando la relación entre Felipe Moreno y Agustín Ramos, que ha tenido esta semana un nuevo episodio, adelantado por Onda Regional. El Juzgado de Primera Instancia número 8 ha condenado al Real Murcia a abonar al expresidente de la entidad 62.770 euros por el alquiler de la tienda del club situada en el edificio Hispania, en el centro de la ciudad.
Los dos últimos presidentes del club andan de nuevo a la gresca. El actual no entiende que Fibranet mantenga ante la Audiencia Provincial la impugnación al plan de reestructuración de la deuda privada, plan sobre el que se sostiene la viabilidad futura de la entidad, que podría pasar de deber 10 millones a apenas 500.000 euros. Considera que el perjuicio hacia la entidad grana es muy visible. El anterior pide el cumplimiento del pacto sellado con Moreno por la adquisición del paquete accionarial que tenía Ramos, cerrado en un millón y medio de euros.
Los apretones de manos y las fotos de complicidad han dado paso a tempestades. Fibranet, con una aportación de 300.000 euros, volvió a ser patrocinador del Real Murcia esta temporada, después de que varias firmas fueran rotando la anterior. Y Felipe Moreno se mostró muy cariñoso con Ramos en la presentación de las camisetas este verano, en la explanada de Nueva Condomina. La relación parecía del todo reconducida, e incluso los dos iniciaron conversaciones para colaborar en la construcción de la próxima Ciudad Deportiva del club. Todo eran sonrisas y guiños cómplices. Pero de nuevo han regresado las hostilidades, en una relación que no se baja de un tobogán de arribas y abajos.
El Juzgado de Primera Instancia ha condenado al Real Murcia, a pesar de ser informado de que el crédito estaba afectado por el plan de reestructuración con una quita del 95 por 100: "Hay que decir que en primer lugar no se prueba que conste el crédito del demandante en el acuerdo, y segundo de la lectura del acuerdo se puede apreciar que ello no afecta a su declaración como crédito sino a su ejecución en su caso, quita, por lo que nada impide que se declare como tal, como ocurre en este proceso. Por lo que debe estimarse la demanda parcialmente por las rentas", expresa el magistrado en su resolución, apelable por el Murcia en un plazo de veinte días.
Las flores y los bombones han dejado paso a los abogados.
