El murciano, considerado el segundo mejor árbitro del mundo, pitó la final del Mundial de fútbol sala entre Brasil y Argentina.
GREGORIO LEÓN
Brasil se entronizó en Uzbekistán. Pero también un árbitro murciano. Alejandro Martínez Flores goza de un prestigio extraordinario, después de tantos años de respeto ganado en cada partido. Etiquetado como uno de los mejores colegiados en España desde hace tiempo, ha hecho cumbre en el Mundial recientemente clausurado. Pitó la final Brasil-Argentina, formando pareja con Cordero Gallardo.
"La noche anterior conté 53.512 ovejas", bromea Martínez Flores, preguntado sobre cómo pasó la noche antes de su gran cita con la historia. "Se te pasan muchas cosas por la cabeza. Son muchas emociones después de 30 años de carrera".
En REGIÓN DEPORTIVA ha estado con nosotros. Ahí lleváis la entrevista completa...