El fondo de inversión estadounidense estudia las cuentas del club, en su tercera tentativa por hacerse con su propiedad. La Hita, contundente: "No vamos a hacer ningún movimiento"
GREGORIO LEÓN
La noche se ha echado encima. Y la compleja realidad en la que vive atrapado el Cartagena obliga a la exploración de soluciones imaginativas. Duino Inversiones tiene el cartel de Se vende colgado desde hace ya muchos meses, pero todas las tentativas han resultado fallidas. Aún queda una abierta, hasta el 19 de mayo: un fondo de capital estadounidense que actualmente está en fase de estudio exhaustivo de las cuentas de la entidad cartagenera. Pero no hay optimismo en los responsables de la empresa propietaria del Cartagena. La salud económica quebradiza de la entidad no ayuda. Todo lo contrario. Las noticias sobre impago de nóminas que han trascendido han tenido un efecto disuasor, enfriando a posibles compradores. La deuda a pagar a corto plazo asciende a 1,8 millones de euros, aunque el resto para completar un volumen de deuda de ocho millones está aplazado en el tiempo, y no es exigible de inmediato. No es la primera vez que el fondo de inversión estadounidense llama a la puerta del Cartagena. Ya lo hizo en dos ocasiones anteriores. El lunes próximo expira el plazo que tiene para depositar una cantidad económica. El precio de venta sobre el que negocia Duino con él es de nueve millones y medio de euros.
El alquiler, la opción más viable
Con el calendario apremiando, Duino Inversiones considera improbable que aparezca comprador real este mes, sin perjuicio de que en tal caso la tramitación sería lenta y el traspaso de poderes llevaría varias semanas. Y ante esa evidencia, Duino solo ve una opción realista: alquilar el club. Esa fórmula novedosa permitiría a la empresa propietaria del Cartagena ganar tiempo para buscar un comprador que culmine todo el proceso hasta hacerse con la propiedad de la sociedad, y además, eliminaría de la ecuación a Francisco Belmonte, que ha caído en total descrédito en la masa principal de aficionados del Cartagena. El alquiler traería otra cara, un portavoz que transmitiera las novedades del club, presentara la campaña de abonos y restaurara los puentes volados con los medios de comunicación. Pero ahí el todavía presidente de la entidad está ejerciendo su derecho de veto. La casa la comparte con Fernando Carreño, y no está dispuesto en modo alguno a abrirle la puerta a alguien que no le complazca.
Una comisión gestora
La constitución de una comisión que gestionara el club hasta la llegada del nuevo propietario va adquiriendo perfiles cada vez más visibles. Hay personas dispuestas a asumir tal desempeño. Mientras tanto La Hita y Jimbee observan los cambios que se producen alrededor del Cartagena. Ninguno de ellos ha contemplado la posibilidad de un alquiler, y solo han sopesado una compra, pero incluso ese planteamiento pertenece al pasado. Gregorio García ha sido contundente este lunes, preguntado por Onda Regional: "No vamos a llevar a cabo ningún movimiento". Duino, mientras tanto, se niega a bajar a la cifra de tres millones de euros que podría captar a posibles compradores locales.