El ahora técnico del Levante defiende el trabajo de Fernández Romo y desconfía de un rival "competitivo y bien trabajado, al que sólo le falta la victoria". Sobre la grave crisis social: "Esa división no es nada buena"
Julián Calero siempre será recordado como el entrenador que obró el milagro del Cartagena. En unos pocos meses cogió a un equipo literalmente defenestrado y le salvó del descenso a varias jornadas para el final. "Ese Cartagena es historia de la categoría, quedó grabado en la retina de la gente" relata a Onda Regional desde Valencia, donde ahora dirige a un Levante que lucha por subir a Primera División. En un escenario más positivo en lo deportivo que en lo institucional: "El club está en fase de reconstrucción y readaptación económica, intento aislar a mis jugadores, crearles una coraza. El mejor antídoto ante una situación tan dura es la ilusión de las personas".
Una situación complicada que "también viví en Burgos, donde subimos a Segunda con cuatro meses sin cobrar. En Cartagena lo difícil era sólo deportivamente. Y logramos darle la vuelta. Aquello aún se recuerda en muchos sitios, que intentan emular una situación así". Sin embargo, el conjunto albinegro parece abocado este año al descenso a Primera RFEF. Calero lanza un mensaje de apoyo al trabajo de Fernández Romo "Este domingo espero a un rival muy difícil. El Cartagena tiene herramientas para jugar contra cualquiera, lo vimos ante el Elche. Pero la dinámica te pone palos en las ruedas. El equipo está bien trabajado y es competitivo, pero le falta la guinda de la victoria. Y sin ella parece que todo lo que haces es malo". Desde la distancia, Julián afirma que "el Cartagena debería llevar más puntos. Cierto que lo veo desde el cariño, como hago con el Burgos. El Cartagena se ha quedado con parte de mi alma".
Sobre la grave crisis que se vive en el Cartagonova, Calero prefiere "ser prudente. Me gustaría que le pasara lo mejor. Lo de este año es aún más difícil. Lo que tengo claro es que si cae, se levantará". Sobre los problemas entre afición y el palco, no se esconde: "Que la gente esté desilusionada es malo. La fusión de la gente con el equipo es fundamental. Esa división no es nada buena. Vi el estadio el otro día con muy poca afición en la grada y eso no es bueno". El entrenador guarda buena relación con los dirigentes: "Con Manolo hablo de vez en cuando y con el resto también salí bien y nos felicitamos la Navidad. Soy así, de dejar amigos y puertas abiertas cuando salgo de un sitio".
Calero se enfrentará este domingo (18:30 horas) a su ex equipo buscando una victoria que les ayude a ascender a Primera: "Es el sueño de todo entrenador. He dirigido desde Tercera a Segunda y me faltaría eso. Lo hice en el extranjero, como segundo técnico del Oporto, incluso con Liga de Campeones, pero me gustaría también hacerlo como entrenador principal en España. Si toca, bienvenido sea".