El equipo cartagenero conquistará el título de Liga si gana a ElPozo (domingo, 18 horas, por ORM), que intentará forzar el desempate de la final.
GREGORIO LEÓN
Duda, mil horas de vuelto, múltiples experiencias y episodios de todo signo en la mochila de viaje, no quiso caer en el drama. Su equipo había malgastado la primera oportunidad de conquistar el título de Liga: "Firmaríamos todos estar con un 2-1 en la eliminatoria a estas altura de la final", aseguró, recordando que la situación del Jimbee es óptima para cumplir con su sueño largamente incubado. Este domingo dispone de otro 'match ball', de nuevo con su gente. Cinco mil cartageneros llenarán hasta los topes el Palacio de los Deportes. Unos trescientos aficionados de ElPozo también se harán oír.
Ante esa evidencia, que el Jimbee es favorito, ElPozo opone su resistencia a la derrota, la rebeldía a caer antes de tiempo. El contexto volverá a ser hostil. El mismo que se encontró el viernes. Pero, aunque fuera a última hora, penaltis mediante, pero atrapó la victoria para sobrevivir. El equipo de Dani Martínez está más cansado que el Jimbee. Tiene más edad, más arrugas. Y a Bruno Taffy, con un fuerte golpe en un pie, con pocas opciones de jugar. El técnico de ElPozo pierde una unidad de indudable peso, autor de dos tantos en esta final.
Bulle de emoción la ciudad de Cartagena, excitada ante posibilidad de que el Jimbee sea campeón. Murcia quiere un quinto partido, que la temporada no acabe ya. Este domingo otro pleito. Otro litigio. Otra fiesta para el fútbol sala regional.
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