El equipo grana por 1-4 al Mérida, con goles de Ian Forns, Flakus, Kenneth Soler y Joao Pedro Palmberg.
GREGORIO LEÓN
El camino se ha llenado de curvas. En la carretera aparecen camiones de gran tonelaje. Pero el Real Murcia está conduciendo con destreza, y eligiendo el momento adecuado para adelantar. Aplicando la máxima potencia que tiene cuando corresponde. Nadie se había llevado todo el botín del estadio Romano. Invulnerable el Mérida, se encontró con un enemigo que respondió a todos los desafíos, los del equipo de Sergi Guilló, y los que propone el Ceuta e Ibiza, que se han postulado para el ascenso a golpe de goleada. Siempre con el hilo conductor de Isi Gómez, y con el brillo de recién fichados como Ian Forns y Flakus, el Murcia cierra el domingo líder. Por fin. Fran Fernández respira aliviado y regresa a Murcia cargado de crédito.
Fue inexplicable que no se modificara el marcador inicial en la primera parte. El Murcia coleccionó oportunidades. Pedro Benito lanzó el primer aviso. Palomares voló para negar el 0-1. También dio la respuesta adecuada cuando fue exigido por Juan Carlos Real, que lanzó desde la frontal del área. Y en la continuación de la jugada, Pedro Benito mandó la pelota a la madera. Hundido, encajonado, el Mérida sentía el filo cerca de su cuello.
El Murcia perseveró en su juego ofensivo tras el descanso. Y otra vez con Isi Gómez en la génesis de la jugada, que culminó Ian Forns con el empeine del pie derecho para mandar la bola a un ángulo imposible de Palomares. El gol hirió en su orgullo a los extremeños, que subieron el volumen. Y un mal despeje de Saveljich dejó un balón franco a Liberto, que esta vez no perdonó. El partido volvía a la casilla de salida. Y el Murcia tuvo una reacción orgullosa. Flakus marcó de penalti el 1-2. Y en el tiempo extra llegaron dos más: el 1-3 de Kenneth Soler, que hacía al Murcia líder, y el 1-4, de Joao Pedro Palmberg. Un torrente de goles para elevar a los murcianistas en la clasificación antes de la visita de otro cocodrilo: el Ibiza.