El equipo grana se queda seco en Sanlúcar y deberá esperar a la última jornada para asegurar la segunda plaza.
GREGORIO LEÓN
El Real Murcia, al que se le escapó el ascenso directo, deberá buscar la segunda plaza, la de consolación, en la última jornada, en Nueva Condomina. El equipo grana produce muy pocos goles (solo seis en las últimas cuatro citas) y eso le ha hecho perder puntos que le hicieran pelear por objetivos más elevados. El 'play off' puede ser un castigo o vehículo para llegar al fútbol profesional. Pero el equipo grana llegará a él ofreciendo señales intermitentes. En Sanlúcar de Barrameda no fue mejor que el rival, y solo fue capaz de embolsarse un punto, lo mismo que hizo el Ibiza en el Cerro del Espino.
Fue el de la primera parte un Murcia de fútbol irregular, insuficiente. Muy pocas veces se proyectó en ataque, concentrando su energía en frenar a un fogoso Sanluqueño, que incidía por el costado izquierdo. Y apenas transitó a la contra. En una de ellas, de las contadísimas en las que galopó para adentrarse en campo rival, Pedro Benito remató al cuerpo del portero, y al borde del descanso, Kike Cadete mandó al larguero.
El Murcia, que no carburó en el acto inicial, dio un giro tras el descanso. Y otra vez el protagonista fue Pedro Benito, que agarrado por un rival, en un penalti clarísimo, lanzó la pelota a la madera. Fran Fernández agitó la coctelera. Hicieron mutis por el foro Pedro León, Joao Pedro Palmberg y Juan Carlos Real, apareciendo en escena Flakus, Davo e Isi Gómez. Pero los cambios no le dieron un acento ofensivo mayor a los grana, que dieron poco trabajo a Samu Pérez, el meta local. El partido estaba abierto. Demasiado abierto. Y el último cartucho lo gastó Carlos Rojas.