El Deportivo pacta con el jugador que se quede en la plantilla del equipo gallego para jugar en Segunda División. Asier Goiria ha insistido en su cesión, sin éxito.
GREGORIO LEÓN
El Real Murcia ha insistido en el fichaje de Raúl Alcaina. Era el gran fichaje de este verano. El valenciano es uno de los goleadores más acreditados de la Primera RFEF. Sus extraordinarias prestaciones en el Alcoyano, con once goles en cincuenta y dos partidos, despertaron las apetencias a mil kilómetros de distancia. El Deportivo de la Coruña quería un delantero de rendimiento inmediato para salir de los sótanos del fútbol. Y no dudó en pagar traspaso para incorporarlo a su plantilla en el mercado de invierno, haciéndole un contrato que se extiende hasta 2026.
Asier Goiria se lanzó a por su incorporación. Le planteó una cesión a la entidad gallega. Pero el Deportivo y el futbolista han acordado que se queda en Riazor. De hecho, ya ha comenzado la pretemporada y ahí se va a quedar. "No nos planteamos que baje a Primera RFEF", se asegura desde su agencia de representación, en términos inequívocos. Las propuestas que ha recibido de la tercera categoría del fútbol español han sido muy numerosas. E incluso algún equipo de Segunda División también ha puesto sus ojos en él. El representante de Raúl Alcaina ya le ha transmitido al director deportivo grana lo que hay. La tentativa ha sido fallida. Y aunque pudiera cambiar el contexto en unas semanas, si el jugador se ve con escaso protagonismo en el Deportivo, es tal la nómina de pretendientes que el Murcia encontraría grandes dificultades para el fichaje del cotizado delantero.
Es un ejemplo. Quizá el más expresivo, por la envergadura y capacidades del jugador. Pero hay otros. Goiria está encontrando frases que le zumban en los oídos todos los días. "De momento, nos quedamos aquí", "el jugador no quiere bajar de categoría", "no es lo mismo la Segunda que la Primera RFEF", "veremos más adelante"... El Murcia está fracasando en las primeras opciones por una cuestión elemental: el club, por mucha solvencia económica que muestre desde la llegada de Felipe Moreno, a pesar de su linaje e historia, está fuera del fútbol profesional. Fuera del fútbol Movistar. Y ese hándicap enlentece negociaciones, o directamente las arruina. La canción de todos los veranos.