El presidente del Murcia hará balance este miércoles de sus dos años de gestión, con una aportación económica que roza los 20 millones de euros que ha servido para limpiar la deuda pública, pero no para ascender.
GREGORIO LEÓN
El Real Murcia pudo quedar en manos de un fondo de inversión mexicano. Pero Agustín Ramos decidió darle las llaves a un empresario que ofrecía más garantías, por su experiencia acreditada en la gestión del Leganés, atendiendo la demanda de la masa social, que apostaba por la entrada del cordobés. Ya han pasado dos años, que han corrido a la velocidad de la luz. Y este miércoles Felipe Moreno va a hacer balance de esos 48 meses. El principal logro de su gestión ha sido borrar el riesgo de liquidación de la entidad, eliminando la deuda con Hacienda y Seguridad Social tras una aportación de 19 millones de euros que no tenía precedentes en la historia del club.
Felipe Moreno sacará pecho de ese dato irrefutable. El club ya está en paz con las Administraciones Públicas. Pero hay un motivo de desvelos, un problema que le impide a veces conciliar el sueño: la deuda privada. El plan de reestructuración desarrollado por Higinio Pérez, en caso de ser aprobado por la Audiencia Provincial, dejaría el pasivo privado reducido a apenas 566.000 euros, pagadores en tres años. Pero la lluvia de impugnaciones lo ha comprometido. Algunas no esperadas por el presidente del Murcia, sobre todo, una: la de Agustín Ramos. La relación entre ellos está totalmente quebrada. El dueño de Fibranet argumenta que Felipe Moreno no ha cumplido con el primer plazo del compromiso pactado para saldar la deuda pendiente de 1,5 millones de euros. El presidente grana, por contra, no entiende que Ramos haya llegado a impugnar el plan de reestructuración, nacido para darle total viabilidad financiera al club en el que él estuvo antes. Eran socios, rozando la amistad; hoy son antagonistas. Sus diferencias, insalvables, parecen conducirlos irremediablemente a los tribunales. Moreno tiene previsto este miércoles exponer la situación respecto a Ramos y a los otros cinco acreedores que se han opuesto al plan de reestructuración. Julián Luna y Enrique Roca quedaron fuera de esa lista.
El dirigente grana también evaluará la situación del equipo, que el curso anterior no se ganó el derecho a jugar la promoción de ascenso a Segunda División, y este, a pesar de un nuevo esfuerzo generoso de Felipe Moreno, ha ido descolgándose en la clasificación, y del primer ha pasado al cuarto puesto.
La Ciudad Deportiva y sus progresos serán otro de los puntos a abordar por el presidente del Murcia en esta comparecencia pública. Felipe Moreno ha repetido varias veces que es imperativo que el equipo disponga de campos de entrenamientos propios para arrancar ya la próxima temporada. La tramitación burocrática es lenta, pero los avances con el Ayuntamiento han sido considerables en las últimas fechas.