Un grupo inversor español negocia la compra del club unionense.
GREGORIO LEÓN
Agitó las últimas juntas de accionistas del Real Murcia. Se convirtió en opositor a la gestión de Felipe Moreno. Pero antes de eso, de que su participación en el accionariado del club grana lo llevara a las páginas de los periódicos y lo hiciera popular, Julián Luna era presidente de La Unión. Bajo su mandato el equipo saltó de Tercera a Segunda RFEF, y en ese escalón está, bien dirigido por un entrenador muy prestigioso como José Miguel Campos. Aunque presentó unos números famélicos en el comienzo de la temporada, la reacción vigorosa desde que asumió el banquillo Fran Alcoy evitó que se despeñara. Y el club tiene un estimable valor deportivo-económico. Y por eso los movimientos de mercado para su adquisición no han parado de sucederse durante los últimos meses.
Ahora ha llegado una propuesta que podría satisfacer las pretensiones de Julián Luna. La ha lanzado un grupo inversor español, solvente y fiable. El abogado archenero le da viabilidad al proyecto que le han presentado. El planteamiento es serio, no meras habladurías o aproximaciones. La oferta está sobre la mesa, pero para que La Unión cambie de manos debe resolver trámites administrativos varios, y no se prevé que la operación quede concretada en todos sus extremos hasta 2025. Julián Luna asegura la estabilidad plena del club hasta fin de temporada.
