Dos mediadores participan en la negociación entre las dos partes para concretar la cantidad final que el presidente del Murcia deberá abonar a Agustín Ramos.
GREGORIO LEÓN
Felipe Moreno no llegó solo al Real Murcia. Para acceder al gobierno de la entidad le franqueó el paso Agustín Ramos, que tenía el principal paquete accionarial. Se lo cedió después de la firma de un contrato privado, que estipulaba el pago de dos millones de euros del empresario cordobés con una fecha límite, 2025. El club grana presentó un informe económico que contenía una elevada desviación presupuestaria durante la gestión de Ramos, ante la sorpresa de este. Y para orillar discrepancias y alcanzar puntos de convergencia, las dos partes han incluido en la negociación a dos personas. Una es un experto contable externo, que está revisando punto por punto cada uno de los asientos contables presentados por el Murcia sobre la etapa de Agustín Ramos. El otro es Antonio Pedreño, consejero grana ahora y también antes, con Ramos, además de amigo personal del abaranero. Una pieza fundamental para alcanzar consensos y afinidades. La disposición de Ramos y Moreno es plena para que el acuerdo sea factible. La relación entre ellos, que ha pasado por diferentes etapas, es ahora extraordinaria, como quedó evidenciado en la presentación de las nuevas camisetas del equipo, en la explanada de Nueva Condomina.
El asunto no es menor. Agustín Ramos, en defensa de sus derechos, impugnó ante la Audiencia Provincial el plan de reestructuración de deuda privada del Murcia. Esa impugnación no ha sido retirada, al no haber todavía acuerdo con Felipe Moreno. Y el presidente grana confía que en el plazo de un mes pueda quedar por fin concretado, después de varias reuniones. El desistimiento de Ramos ante la Audiencia Provincial, unido al de Enrique Roca, pactado en la negociación del nuevo contrato del naming del estadio, dejaría al club más cerca de la plena consolidación del plan, de tal manera que su deuda privada pasaría de diez millones a apenas medio millón de euros.
Otro de los puntos a resolver por Felipe Moreno es el pago aún pendiente (1.950.000 euros) a Mauricio G. De la Vega por la adquisición del derecho de las acciones de Iconos Nacionales. El dirigente grana abordará este problema aún activo cuando tenga la ocasión de coincidir con el mexicano en España.