La pareja española jugará este martes (entre las 17.30 y las 18 horas) contra Tallon Griekspoor y Wesley Koolhof en la segunda ronda del cuadro de dobles de los Juegos Olímpicos.
GREGORIO LEÓN
Se llevó una buena tunda Rafa Nadal ante Djokovic, aceptando su inferioridad. La pista que lo ama asiste al ocaso de su carrera. Pero la leyenda no quiere despedirse todavía. Quiere un oro más, el tercero de su carrera. Y por eso se ha aliado con el emergente Carlos Alcaraz. Hasta hace unos días no habían jugado ni un solo partido de dobles. Pero el sábado superaron un test de estrés ante la pareja argentina, doblistas consumados.
Este martes (entre las cinco y media y las seis de la tarde) volverán Rafa y Carlos a bailar juntos. No están en su punto físico óptimo. Nadal ya sabemos cómo anda. Además de los miles de kilómetros recorridos, aparecieron unas molestias en el muslo derecho que le llevaron a plantearse renunciar al cuadro individual de París. Y Alcaraz, pagando el peaje de partidos de tanta exigencia. Para ganar Roland Garros y Wimbledon hay que llegar hasta la última etapa, sometiendo al chasis a esfuerzos extraordinarios. "El calendario es ajustado. Problemas siempre va a haber. Es un dolor que vengo arrastrando, y sé cómo llevarlo. Mañana, a tope con Rafa", comentó ayer en Eurosport el jugador de El Palmar, lanzando un signo tranquilizador.
Deberá estar muy alerta la pareja española. Tallon Griekspoor ya exhibió sus capacidades y e instinto de supervivencia en la cita individual con Carlitos. Rebelde a la derrota, fue superado en el primer set pero se elevó en el segundo y a punto estuvo de meter en el laberinto al murciano. Junto a él, el veterano Wesley Koolhof, especialista en dobles.