El presidente de la FEPEMUR durante las pulseras del #SOSRealMurcia enumera dos décadas llenas de angustia: "La gestión de Samper de 2007 nos condenó y el 2018 fue crítico. Moro, Gálvez y Mauricio llegaron como buitres"
La afición del Real Murcia celebra el certificado positivo de Hacienda. Un documento que espera desde hace dos décadas. En palabras de Pablo Guzmán, ex presidente de la FEPEMUR, "la etapa de Samper fue tan larga que hubo de todo. Pero en 2007 con el ascenso a Primera, aquel gasto con jugadores por encima de nuestras posibilidades nos condenó, y tampoco ayudó a enemistarse con Tebas. El equipo quedó en situación moribunda". También tuvo palabras Guzmán para el presidente de La Liga para hacer alusión al descenso administrativo de 2014, precisamente por varias sanciones por impagos a Hacienda: "Se nos condenó a muerte. Tebas nos hizo un traje a medida. Recuerdo aquel viaje a la sede de La Liga con la reunión adelantada en horario y sin dejar entrar a nuestros jugadores al edificio. Nos sentimos muy solos".
Aunque "el momento más crítico fue en 2018, porque antes incluso de tener que vender las pulseras del #SOSRealMurcia la Federación salió pidiendo 50.000 euros en 48 horas o el club desaparecía", recuerda Guzmán. Fueron años difíciles sobre todo con la gestión de diversos presidentes. "Tras Jesús Samper lo lideró Martínez Abarca, que tenía buena intención pero no tenía el riñón económico necesario. Y luego entra un período de declive absoluto y decadencia. Se dice que cuando se huele a muerto se acercan los buitres... pues allí aparecieron los Raúl Moro, Víctor Gálvez o Mauricio García de la Vega. A repartirse los despojos. Salvar al Real Murcia nunca fue el objetivo de ninguno de ellos".
El punto de inflexión fue "la movilización de la afición. Tras las pulseras se creó la PARMU y las presidencias de Almela, Tornel y posteriormente Agustín Ramos. Los propios aficionados dieron un paso al frente diciendo que esto sólo lo salvaba el murcianismo, y así fue". Ahora, con Felipe Moreno en la presidencia, sólo se piensa en lo deportivo. "Esto hace unos años era inimaginable, y también hace unos meses. La preocupación de un seguidor deben ser los fichajes o la clasificación, y aquí antes era saber si el Real Murcia iba a poder salir al año siguiente o acabar la pretemporada. Yo llegué a decir en algún playoff de Segunda B a fútbol profesional que ojalá no subiéramos en el último partido porque la afición puede soportar una derrota en el campo pero no que te dejaran sin ascender como cuando nos echaron de Segunda. Habría sido un palo demasiado duro. Pero cada vez hay más afición, y con gente joven que no ha vivido ni un año de normalidad hasta ahora". Guzmán concluía feliz afirmando que "ojalá en el campo se logre el ascenso, porque lo de hoy con el certificado de Hacienda sabe como si fuera uno. Con el murcianismo unido se puede conseguir cualquier cosa".